Es una pena tener la sensación de haber visto una película que podría haberse convertido perfectamente en un nuevo estandarte del nihilismo contemporáneo, una película que en parte busca provocar con unos hechos tremendos y que sí, creo que podría haber sido mucho más de lo que es. Si permanece donde está, en esta ocasión, es por méritos propios. Arrinconada, olvidada y con poca cosa que destacar, a no ser por esa impresión de lo que podría haber sido y no fue. Tal vez los enamorados de Tommy Lee Jones encuentren motivos para recomendar "La celda de la violación", tal vez los seguidores incondicionales de la serie B, tal vez los fans de Roger Corman. De todo tiene que haber en este planeta.

El caso es que se trata de una película bruta y sucia, con una desdichada protagonista que recibe palos por todos lados. Tristemente no es mucho más que escenas de paletos, unos ejerciendo de policías, otros no, pero parece que esa mujer es un verdadero agujero negro que atrae desgracias. No va a más, no intenta ir a más y se queda en eso, en un largometraje sin mayor objetivo que sumar minutos. Puede que entretenga, puede que entre malo y malo pasen los minutos rápidamente, pero no puede decirse que sea una gran película.