Mi intención es ser poco irrespetuoso, con el tiempo uno se enfrenta a la falacia de las religiones con mayor intensidad si se da el caso, y cada vez que me encuentro con un drama religioso es una buena oportunidad para hacerlo. Como dirían mejor en otro lugar, a estas películas se les ve el plumero en seguida, y por bien que esté hecha, "Miércoles de ceniza" se trata de un instrumento más al servicio de una causa religiosa, es decir, hecha con la intención de proponer unos ideales que se asumen como los mejores, una verdad que te ofrecen de forma incuestionable, porque amar al Dios cristiano es lo mejor que puedes hacer en tu breve vida.

No quisiera ser poco irrespetuoso, me encantaría ser más radical, porque a las religiones hay que combatirlas con dureza, son el opio del hombre, y de nada sirve ir a la tuya y pasar de todo. Durante un momento de la película el gran Arturo de Córdova defiende la existencia de la Santa Iglesia, que ha sobrevivido durante siglos pese a las maldades de quienes llevaban sus riendas. No olvidemos que, como bien indica la sinopsis, todo el interés del largometraje nace de una violación por parte de un cura a una mujer, la tremenda protagonista que queda marcada desde entonces. Hay que amar a Dios pese a ello, hay que perdonar a los curas, que no todos van a ser pederastas, abusadores, asesinos, mafiosos y mala gente...

Evidentemente, el que nazca o se haga cristiano o católico, verá una película así sin pestañear, mientras que los lúcidos racionalistas que negamos la existencia de todo ente todopoderoso empezamos a aburrirnos tras la llegada del tren a la estación y no dejaremos de bostezar durante las grandes broncas de esa señora que vive enfadada con todo Dios. Vaya, precisamente eso, enfadada con Dios, y por eso lo que la curaría es amarlo, nada menos que ser buena gente gracias a Dios.

Una pena, hay quien cree en Bob Esponja, que al menos nos hace reír...