Es una pena que "La batalla del mar del Japón" sea una película poco conocida que no posee un reconocimiento que merece sobradamente. A menudo se habla de la alegría por encontrar joyas que son desconocidas para el gran público y en relación a ese descubrimiento uno suele enorgullecerse. Además de eso, en mi caso se le ha de sumar cierto enfado porque encuentro muy injusto que "La batalla del mar del Japón" sea una película que a día de hoy no la hayan votado más de cien personas y sea yo el segundo que escribe elogiando su contenido. Por cierto, adelanto desde ya que la crítica del usuario que me antecede es impecable.

Lo que no puedo dejar de añadir es que ante una película tan bien realizada incluso ha de ser bien recibida por aquellos que no somos especialmente seguidores del cine bélico. Evidentemente, aquellos que les guste el cine de batallitas, los tiros, las explosiones y las grandes hazañas militares, "La batalla del mar del Japón" es imprescindible.

No conozco al director que firma este largometraje, sin embargo leo nombres como los de Toshiro Mifune y Tatsuya Nakadai y la perspectiva es otra. Uno de almirante de la flota, el otro haciendo labores de espionaje en Europa, ya me están bien. Al ver al enorme Chishu Ryu, el gran colaborador de las películas de Ozu, vestido de general de tierra, he empezado a pensar que esta película no es una más de batallitas. Desde aquí lo digo ya: "La batalla del mar del Japón" es un largometraje maravilloso, además de una lección de Historia. Hay mucho drama humano, hay un sentimentalismo justo que queda claro en los ojos de los altos mandos y un interés que se desboca por ver el final de la contienda.

Hay algo que me sorprende, ya casi para ir acabando mi opinión, y es la cantidad de buena información que la película suministra. Porque no todos tenemos que conocer el contexto histórico y geográfico, detalles que son necesarios para comprender mejor los movimientos de japoneses y rusos. Pues bien, la película es un ejemplo de claridad. Por un lado los soldaditos que atacan por tierra, por otro lado los barcos y allá en la lejanía los trapicheos del espionaje en Europa.

Una película a reivindicar, muy bien hecha, bien explicada... y con unos actores, japoneses, que a cualquier cinéfilo le gustará ver juntos. Si es que hasta podemos disfrutar de la camaradería entre enemigos una vez ha acabado la batalla, yo hasta me he emocionado entre cañoneo y cañoneo.