Una pequeña maravilla del casi siempre genial e único Bluth.
Todos los perros van al cielo es una de esas pequeñas joyas de la infancia que no pueden competir con el muchas veces poco deportivo disney, debido a su escasa repercusión, cuando muchas veces esta clase de productos sencillos tienen mayor calidad que productos de grandes compañías.
Pero es esa poca repercusión, ese semi abandono el que da a estas películas un profundo cariño personal, ya que al ser poco conocidas, era como descubrir un tesoro. películas que los demás no solían conocer. Esto no solo se aplica a esta película si no a muchas otras como Nihm, Ferngully, el ladrón de Bagdad, etc.

Esta película es maravillosa, con una animación esplendida, personajes muy carismáticos, no cae en infantilismos, ni trata a los niños como tontos, cosa que la animación actual esta comenzando a hacer. Ante todo es una película infantil, por lo que no esta exenta de momentos solo para niños.

Su protagonista Charlie es un personaje realmente cautivador, un personaje único en la animación. Los personajes animados suelen ser modelos de perfección, Charlie en cambio es lo contrario, es mezquino, timador, cara dura y tramposo pero carismático a la vez. El clásico granuja encantador.

El doblaje es soberbio, soy español pero un gran defensor de los dibujos animados en español latino, en mi opinión da a los dibujos un aire entrañable.

Esta película sin embargo tiene sus defectos.
El tema de cielo y regreso a la tierra, es decir el tema sobre lo divino queda es demasiado secundario, la película se centra mas en Charlie intentando hacer fortuna, cuidar a la niña y en la venganza de Carafea que en que Charlie pueda entrar en el cielo.

Además el excesivo uso de numerosos musicales, muchos sobrantes y desechables, hacen que la cinta adquiera un ritmo lento y demasiado pausado.

A pesar de todo esta película es una pequeña maravilla que aconsejo poner a todo niño que tengan en casa y despejenlos un poco de soeces tipo Shreck