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Voto de MrRipley:
7
6,2
199
Drama
Adaptación de una novela de William Inge sobre el romance entre una mujer madura (Eva Marie Saint) y un joven (Warren Beatty) que está estrechamente ligado a su hermano pequeño (Brandon de Wilde). (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siguiendo el esquema de historia de "pérdida de la inocencia" (sea lo que sea lo que se suponga que sea la "inocencia", es un modelo bastante típico de construir historias), la del descubrimiento por parte de un joven del verdadero carácter de su idolatrado hermano mayor, "Su propio infierno" va un punto más allá en desencanto al retratar en toda su sordidez el interior de una familia llena de miserias y odios larvados. "All fall down", dice el título original de esta adaptación de una obra de James Leo Herlihy (igual de explícito, pero menos explicativo y moralista que el "Su propio infierno" con que se tradujo aquí), escritor (y también actor) de homosexualidad declarada, cuya obra más conocida es sin duda Cowboy de medianoche.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo sorprendente y arriesgado de la propuesta es el retrato del hermano mayor de la familia, verdadero centro de las intenciones del autor. Bajo la fachada de joven galán y conquistador, un poco de vuelta de todo, se esconde un ser destructivo que a duras penas consigue dominar su agresividad. "Es de verdad un rinoceronte, un verdadero asesino", llega a decir de él su padre hacia el final de la historia. Y esta deja claro que es exactamente así, que es un verdadero asesino.
Al principio del relato, su hermano, que lo idolatra, ya lo encuentra en la cárcel, cuando huye de casa buscándolo, ahogado también por el ambiente hipócrita y bastante decadente de su propio hogar (donde, significativamente, llama a su padre y a su madre por sus nombres de pila). El joven protagonista, curiosa (pero quizás malintencionadamente) interpretado, ya adolescente, por el actor infantil de la mítica Shane - Raíces profundas (otra historia de idolatría, pero mucho más limpia; allí la figura idolatrada era la de un verdadero héroe; aquí es todo lo contrario), descubre a ese hermano mayor, Berry-Berry (Warren Beatty), encarcelado por haber agredido a una prostituta; la historia repite el esquema de esa agresión y deja ver que lo que hace el protagonista es despreciar a las mujeres a las que ha conquistado (y las conquista con una facilidad casi exagerada; un punto que no cuenta a favor de la película). En este sentido sigue el esquema del Don Juan; pero Don Juan, aunque en el fondo despreciara a las mujeres, estaba enamorado de la seducción. Una vez seducida su conquista, esta perdía todo su valor, y pasaba a otro objeto, en una rueda sin fin donde el único objetivo real era la sumisión, a modo de derrota, de sus objetos amorosos. En parte ese es el "propio infierno" del protagonista al que apunta el título español de la película al que antes me refería. El Berry-Berry de esta película tiene ese cariz de Don Juan, pero con matices mucho más agresivos y destructores.
Frankenheimer fue un director con cualidades importantes, sobre todo en la dirección de actores. Aquí cuenta con un reparto importante y una historia con muchas posibilidades, y sabe estar a la altura, aunque la puesta en escena no sea lo más elegante de la propuesta.
A nivel argumental, las sugerencias y los puntos de interés son muchos. Señalo por ejemplo el envenenado detalle de las manzanas que crecen en la destartalada casa de campo, en que se refugia el protagonista con sus desastrosos compañeros de vivencias, sean "dulces pero llenas de gusanos", como advierte a su hermano al ofrecerle una. Es una metáfora bastante explícita del propio carácter del personaje. Porque el Warren Beatty de esta historia es alguien absolutamente podrido por dentro...
Al principio del relato, su hermano, que lo idolatra, ya lo encuentra en la cárcel, cuando huye de casa buscándolo, ahogado también por el ambiente hipócrita y bastante decadente de su propio hogar (donde, significativamente, llama a su padre y a su madre por sus nombres de pila). El joven protagonista, curiosa (pero quizás malintencionadamente) interpretado, ya adolescente, por el actor infantil de la mítica Shane - Raíces profundas (otra historia de idolatría, pero mucho más limpia; allí la figura idolatrada era la de un verdadero héroe; aquí es todo lo contrario), descubre a ese hermano mayor, Berry-Berry (Warren Beatty), encarcelado por haber agredido a una prostituta; la historia repite el esquema de esa agresión y deja ver que lo que hace el protagonista es despreciar a las mujeres a las que ha conquistado (y las conquista con una facilidad casi exagerada; un punto que no cuenta a favor de la película). En este sentido sigue el esquema del Don Juan; pero Don Juan, aunque en el fondo despreciara a las mujeres, estaba enamorado de la seducción. Una vez seducida su conquista, esta perdía todo su valor, y pasaba a otro objeto, en una rueda sin fin donde el único objetivo real era la sumisión, a modo de derrota, de sus objetos amorosos. En parte ese es el "propio infierno" del protagonista al que apunta el título español de la película al que antes me refería. El Berry-Berry de esta película tiene ese cariz de Don Juan, pero con matices mucho más agresivos y destructores.
Frankenheimer fue un director con cualidades importantes, sobre todo en la dirección de actores. Aquí cuenta con un reparto importante y una historia con muchas posibilidades, y sabe estar a la altura, aunque la puesta en escena no sea lo más elegante de la propuesta.
A nivel argumental, las sugerencias y los puntos de interés son muchos. Señalo por ejemplo el envenenado detalle de las manzanas que crecen en la destartalada casa de campo, en que se refugia el protagonista con sus desastrosos compañeros de vivencias, sean "dulces pero llenas de gusanos", como advierte a su hermano al ofrecerle una. Es una metáfora bastante explícita del propio carácter del personaje. Porque el Warren Beatty de esta historia es alguien absolutamente podrido por dentro...