Pocas veces la pequeña pantalla me atrapó tanto y tan bien con una serie, y la verdad qué serie.
Su factura técnica ni siquiera es de televisión; su formato y guiones son muy dignos de la gran pantalla, y el realismo de cada episodio a tiempo real, el esquema más sorprendente y original que he visto en una serie, es lo que le ha otorgado a esta serie el reconocimento mundial que merece y el éxito de público de crítica que se han rendido a sus pies.

Con una primera temporada impresionante, con un final inolvidable y sorprendente que define el esquema de la serie misma y del personaje central (nuestro querido e inolvidable también Jack Bauer), una segunda, tercera y cuarta que fueron muy dignas sucesoras de la original, una quinta a la altura misma de la primera, por su nivel de excelencia, adicción y sorpresa, una sexta que supuso un pinchazo importante, pero que no entorpece demasiado la visión global de calidad de la serie, y por último hasta ahora (faltaba la octava, la última temporada de todas) una séptima que iguala a la primera y a la quinta tanto en calidad como en suspense, 24 es mi serie preferida personalmente, de todas las que suelo ver, y una de las mejores series de la historia entera de la pequeña pantalla, además de ser considerada muy justamente serie de culto.

Con un equipo envidiable y un actor central: (Kiefer Sutherland, que desde luego ha quedado encasillado de por vida en este papel, pero porque lo borda, hace una interpretación magnífica, creíble e insuperable del héroe Jack Bauer), insuperables, esta monumental serie es realmente original y conservadora de la frescura del primer día, por muchas temporadas que pasen, de la cual recomiendo su visionado completo, advirtiendo que dejándote llevar por sus historias llenas de emoción, provoca una adicción intensa y un sabor de boca más que bueno.

Un 10 más que merecido.