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Voto de El Despotricador Cinéfilo:
9
Western. Aventuras Cuatro hombres parten a la búsqueda de un gran cargamento de armas que ha sido robado por un antiguo general del ejército confederado. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2013
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya muchos años que aprendí a no dejarme llevar por mis prejuicios cinéfilos y a no prejuzgar una película antes de verla, lo cual me ha reportado grandísimas sorpresas y a descubrir auténticas joyas desconocidas para mí.

Sin embargo, a pesar de tener ya todos esos prejuicios superados, persistía aún hoy en día una desgana absoluta por ver "Río Conchos". Supongo que todo viene por mi inmenso amor a esos espléndidos cuatro "ríos" hawksianos: "Río Rojo", "Río de sangre", "Río Lobo" y sobre todo la Obra Maestra "Río Bravo" (una de mis películas favoritas de todos los tiempos), y también por la aportación fordiana al género de los "riós" con la no menos espléndida "Río Grande". Por ello, equivocadamente, pensaba que cualquier otra película similar sería solo una burda imitación de serie B o Z que plagiaban y copiaban descaradamente a los maestros Hawks y Ford sin conseguir jamás igualar el talento de ellos. Es decir, sucedáneos de poco o nulo interés.

Si a eso le añadimos que Gordon Douglas no es un director que destaque por su talento (esas películitas detectivescas que hizo en los años 60 con Frank Sinatra han quedado totalmente desfasadas) e incluso su gran éxito (e incomprensible película de culto) "La humanidad en peligro" vista hoy en día solo puedes esbozar una sonrisa por los artesanales y pobres efectos especiales y por la ingenuidad, banalidad y simpleza del guión.

Por ello, no esperaba gran cosa de este "Río Conchos" pero no tarde mucho en meterme de lleno en la historia y disfrutarla como solo se pueden disfrutar y gozar los mejores western. ¿Por qué? Pues porque no se puede hacer mejor con tan pocos elementos: pocas veces se han visto en un western cuatro personajes tan bien definidos, perfilados y diferenciados entre sí. Los cuatros actores principales están espléndidos en sus respectivos papeles, ¡los cuatro!, como si hubiesen nacido para interpretarlos (sobre todo un impagable Richard Boone en el mejor papel de su carrera, sin duda).

Si la memorable interpretación de los actores no fuese suficiente, tenemos además un guión perfecto, sólido, vibrante, psicológico y efectivo que no decae nunca, que se sale incluso de los habituales cauces del western para adentrarse en una misteriosa trama de "política-ficción" sumamente interesante. Con un guión así ya el interés está captado, pero además la dirección de Douglas es enérgica, visceral e incluso en algunos momentos violenta y hasta políticamente incorrecta (ese racismo contra los Apaches).

Pero, por si todo esto fuese poco, en la recta final de la película introducen el misterioso e inolvidable personaje de Edmond O’Brien (en una interpretación realmente antológica, hay que ver que este actor siempre está bien, haga lo que haga) dando vida al General confederado obsesionado por reiniciar de nuevo la Guerra de Secesión, aunque sea a costa de los Apaches (que muchos les recordará, y con razón, al inolvidable personaje que 15 años después haría Marlon Brando en "Apocalypse now").

Por tanto, a modo de epílogo lo mejor que se puede decir de esta película es que, una vez terminada, sigues tarareando la pegadiza música de Goldsmith y gozando al recordar algunas escenas. Y eso es lo más bonito y especial que se puede decir de una película, y más aún de un género tan visto y manido como el western.

www.eldespotricadorcinefilo.com
El Despotricador Cinéfilo
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