Estupendo planteamiento, el de este cortometraje con "excelentes" resultados entre otras cosas por unas más que logradas actuaciones de la pareja que lo protagoniza. La interpretación de Natalia Mateo de descarada, con cigarro en boca e imaginativa, siempre más percatada que el personaje antagónico de Xisco Segura, alcanza un nivel bastante bueno. Si tuviera que dar una calificación en base al sentimiento que genera -no deja huella-, pues, la verdad, no es un cortometraje atractivo ya que no existe ningún género que tome la pauta: no es romance, apenas es comedia, pero dibuja una sonrisa en la boca, por su argumento que está muy bien trasladado a pantalla y además cuenta con una idea que se puede calificar de original, con un desenlace impredecible, al partir de un hecho bastante común como es el intercambio de maletas en un aeropuerto que deriva en una situación ocurrente y curiosa. A partir de diversas apuestas, el cortometraje se va haciendo bastante dinámico, barajándose varias opciones a las que podía haber llegado la resolución de la ecuación: protagonistas acaban juntos, en fin... lo típico que vemos en estas producciones. Sin embargo, aquí la historia toma otra perspectiva. Aconsejo este corto, en el que podemos ver al trío -Mateo , Segura y el perro-, muy metidos en sus roles, aunque por otro lado, no aconsejo a aquellos que quieran ver algo que deje huella en la memoria o que cuente con florituras de empatía, ya que si bien es cierto que es un corto agradable, de ahí a calificarlo como necesario va un trecho.
Recomendable y simpático a rasgos generales.