Rodada por encargo en Toronto, con actores y técnicos canadienses, "Phobia" es un extraño thriller psicologista que por su asepsia e impersonalidad bien podría haber sido concebido como el episodio piloto de una serie de telefilmes.
Es una de las escasas ocasiones en las que el gran John Huston no participó para nada en la elaboración del guión limitándose a poner en imágenes el texto que le confiaron. Una trama poco convincente en la que se mezcla una intriga criminal bastante tópica con elementos de terapia psíquica en pacientes. El resultado, tan correcto como aséptico, tan eficaz en su narración como carente de garra en su interior, acaba convirtiéndose en la realidad más atípica del genial director. Nunca hasta ese momento un film suyo había parecido tan alejado de su mundo personal, construido tan desde fuera.

El planteamiento mismo de la producción, la inconsistencia de los actores y la debilidad de la historia convierte a "Phobia" en su película más endeble y prescindible.