Miriam Hopkins es "The Richest Girl in the World" en este agradable film de 1934 que lleva el mismo título.
La heredera de una enorme fortuna Dorothy Hunter (Hopkins) ha pasado toda su vida viviendo fuera de la vista de la prensa, protegida por su tutor. La devota amiga de Dorothy, Sylvia (Fay Wray), se hace pasar por Dorothy en público. Sin embargo, Sylvia se ha casado con Phil (Reginald Denny) y está lista para que termine la farsa para poder mudarse a Inglaterra con su esposo. Dorothy conoce a Tony (Joel McCrea) y espera que él la ame por sí misma y no por su dinero, por lo que le pide a Sylvia que cambie de lugar y se convierta en "Dorothy" por última vez para poder descubrir a quién ama realmente Tony.

El guión de Norman Krasna (ganador de un Oscar y nominado tres veces) es ingenioso, jugando hábilmente con el robo de identidad al que se suma un retrato social de una América que emerge de la Depresión de 1929 y fue nominado al Oscar a la Mejor Historia Original.

Esta es la primera de las cinco películas en las que Miriam Hopkins y Joel McCrea trabajaron juntos. Se nota que entre ellos había buena química porque es uno de los puntos fuertes del film, estando además muy bien acompañados por un selecto grupo de secundarios tales como Fay Wray, Reginald Denny y Henry Stephenson.

La corta duración y el ritmo ágil, añadidos al guión y las buenas interpretaciones, contribuyen a que "The Richest Girl in the World" se vea con agrado y deje un buen sabor de boca dentro de sus limitaciones.