Este thriller con toques sobrenaturales supuso el debut como director de Gordon Hessler, más conocido por su trabajo en la popular serie para TV "Alfred Hitchcock Presents" y "The Alfred Hitchcock Hour", en la que empezó trabajando como editor y terminó como productor. Fue en esta última faceta cuando se encontró con una novela ("Catacombs", de Jay Bennett) cuya adaptación fue rechazada para el programa y que posteriormente serviría para su debut como director de largometrajes.
La película no puede negar el origen tanto del director como del actor principal (Gary Merrill, que trabajó en varios episodios de la serie de Hitchcock) y, por momentos, el espectador tiene la impresión de estar viendo un capítulo más largo de lo habitual. Sin embargo, y a pesar de ese lastre condicionante, el film tiene cierto mérito y resulta entretenido. Empieza como un drama cuya temática gira en torno a la ambición, lujuria, traición y asesinato para dar un giro hacia la mitad pasando a ser un thriller de misterio y terror con toques sobrenaturales. El final, demasiado predecible, de nuevo lastra un poco un conjunto que en líneas generales se ve con interés dentro de sus limitaciones.