Injustamente olvidada cinta de horror psicológico y muy de cine fantástico. Y sin embargo, ganó el premio por su guion en el Festival de Sitges. Me ha gustado bastante y me ha sorprendido gratamente.

Para empezar, uno de sus grandes alicientes es el tono onírico y hasta pesadillesco de la peli y sobre todo también su ambientación. Estupendas escenas en ambientes rurales (ha sido rodada en Annonay, Francia) con estética medieval y una constante niebla que lo envuelve todo, que junto con la música y demás, le dan ese toque a estar viviendo casi un sueño.

Personajes como abducidos, acaso hipnotizados o quizás directamente, muertos vivientes. De hecho, se trata mucho el tema de la muerte, con diálogos de corte existencialista y somos testigos de rituales alrededor de la muerte en este film de terror rural, como pueda serlo "El hombre de mimbre". Y de fondo también y contrastando con esto, el tema del amor, tiene su punto romántico la peli, en la que la pareja protagonista siempre quiere permanecer junta, se ven obligados por momento a estar separados y se van reencontrando, comentando que si tuvieran que morir, lo harían juntos.

Decía al principio que me sorprendió, pues me había hecho la idea de que sería una peli densa, pero para estar más en una línea de cine de autor, realmente atrapa y se deja ver muy bien, incluso entretiene a pesar de su aire surrealista, con esa constante huida de sus protagonistas del pueblo. Recomendable.