Night Editor de Henry Levin supone otro gran descubrimiento de una peli de serie B a reivindicar con el tiempo. Muy concisa, con apenas 65' de duración, destaca por un retrato impresionante de una mujer fatal destructiva y una arpía de mucho cuidado (Janis Carter, al igual que en Paula, es una actriz poco conocida pero emblema del género con un aire a lo Rita Hayworth).

En esta ocasión, lo que realmente me atrae es la verdadera encrucijada del destino y la fatalidad en que se mete un policia aparentemente honesto que se ve cautivado por una irresistible mujer, capaz de engañar a cualquiera. La película está contada a modo de flashback como si de un relato periodístico se tratara y todos los elementos funcionan de maravilla. Los diálogos son contundentes e incisivos entre ellos, evitando cualquier tipo de sensiblería. Algunas intervenciones de ella son de lo más perverso visto en el género pero, de nuevo, los impedimentos de la censura en la época impiden contemplar un final redondo que aligera un epílogo innecesario.

Un título destacable del cine negro en el subgénero de mujeres fatales que junto a Paula de Richard Wallace constituyen un díptico perfecto.