Crítica escrita tras ver la primera temporada completa.
¡Mezclando, que es gerundio! Esta serie da la impresión de ser un refrito de muchas cosas ya vistas. Podemos apreciar elementos de “El señor de los anillos”, “Juego de tronos” (aquí son 4 tierras en vez de 7 reinos), “Avatar”, cualquier saga juvenil actual de ciencia ficción y muchas cosas más.
De la saga de Tolkien podemos ver que, curiosamente, sale “Gimli” transmutado en rey elfo. También hay un momento muy parecido al paso de Caradhras, así como un demonio que se parece al Balrog de Moria.
De la obra magna de Jim Cameron, tenemos el árbol sagrado. Y así podríamos seguir sacando referencias sin parar del cine fantástico de las últimas décadas.
Sorprendentemente, aunque todo esto nos suene a “deja vu”, he comprobado que los libros de Terry Brooks llevaban escritos muchísimos años, aunque se hayan adaptado ahora. Así que no queda claro que la serie sea tan “copiona”.
De todas maneras, esto es solo una anécdota, porque independientemente de su aparente escasez de originalidad, la serie me ha gustado y creo que funciona muy bien.
Los protagonistas principales son unos chavalillos, con lo cual no se les ha visto antes en demasiadas cosas. Todos son muy guapos para que los adolescentes tengan sueños húmedos con ellos. A la que sí podemos reconocer es a nuestra paisana Ivana Baquero, que ha crecido mucho desde “El laberinto del fauno”. Esta chica tuvo suerte de debutar con Guillermo del Toro, y supongo que por ello se le han abierto muchas puertas y pese a su juventud ya ha podido cruzar el charco y hacer cosas como esta. Su personaje es una pícara que sobrevive como puede en este mundo fantástico, de manera que tiene una personalidad difícil y a veces cambia de bando. Creo que lo hace bastante bien. Si no se malea, puede tener una carrera interesante porque opino que es buena actriz.
La historia, aun siendo del mismo molde que ya he comentado, tiene algo que me ha conseguido enganchar. Tiene un factor que echo en falta en muchas de las series de las que veo, y es que aquí no paran de pasar cosas en ningún momento. De hecho, es incluso un poquito más frenética de lo deseado, de manera que las secuencias en las que pasan acontecimientos interesantes o importantes para la trama, se van sucediendo con demasiada velocidad. Ya podrían aprender muchas otras producciones televisivas de esto, pues eso de que estiren tramas o metan relleno para alargar el tiempo, no sucede aquí en Shannara y sí en la mayoría de series. También está el otro elemento importante a tener en cuenta, y es que el final de los episodios es impactante y te da ansias de ver el siguiente.
El diseño de producción está bastante bien. Para no ser una película de cine, está muy bien hecha en lo que respecta a maquillaje, vestuario, escenarios y efectos especiales. No llega a la espectacularidad de “Juego de tronos”, pero se nota que la MTV la ha cuidado mucho con vistas a triunfar. Los creadores también se han preocupado de que aunque tenga un tono claramente juvenil, le puede gustar a cualquier tipo de público.
Al principio resulta muy chocante de que haya razas de fantasía en un mundo post-apocalíptico, pero en los últimos episodios aprovechan un poquito más este contexto tan extraño. De todas formas, es una mezcla curiosa que hasta ahora no se había visto, si no me equivoco. En algo sí que es original, al menos.
La banda sonora no está nada mal, aunque tampoco es innovadora. Me gusta bastante porque tiene un tono épico muy satisfactorio, aunque hay que reconocer que huele a reminiscencias de “Oblivion” y también a las últimas composiciones de Hans Zimmer, salvando muchísimo las distancias.
En conclusión, una buena serie de corte fantástico, que me ha gustado bastante más de lo que me esperaba.
Le pondría un 6,5 mejor que un 6, pero la página no me lo permite y tampoco creo que sea tan buena como para merecerse el 7.