No son pocos los bodrios que he tenido que soportar a la hora de arriesgarme a ver títulos de escasa repercusión y distribución. Por suerte, esta vez es una de esas escasas ocasiones en las que la película no está mal del todo. No es que sea una obra maestra, pero yo diría que pasa la criba.
Es la historia del típico pardillo, que por una serie de circunstancias tiene que hacer de "comparsa" de un asesino a sueldo, frío y calculador. Este no es otro que el ya veterano Tim Roth, siempre cumplidor en papeles de tipo duro, pues su rostro le viene como anillo al dedo para ello.
Está hecha en tono serio, aunque tiene gotas de humor negro también, como en la escena del bosque, por ejemplo. Afortunadamente, los toques de comedia ni abundan ni son tan malos como para estropear el conjunto final.
Aunque al principio no parece que sea muy emocionante, llegado un momento la trama se complica y todo se vuelve un poco más interesante. Como el film es cortísimo (86 minutos contando los créditos finales) y el ritmo no es demasiado malo, al final resulta estar lo suficientemente entretenida como para echar un rato distraído viéndola, siempre y cuando el nivel de exigencia cinéfilo no lo tengamos puesto en ese momento demasiado alto.