De mal en peor. Como toda secuela en forma de subproducto estrenado directamente en mercado doméstico, esta nueva entrega solo trata de aprovechar la fama de la franquicia (que tampoco es que fuera mucha) y realmente es bastante lamentable.
Algunas de las muertes son bastante macabras, y eso es lo único bueno que podemos decir de este bodrio.
Los actores, puesta en escena, argumento, realización y montaje son completamente pésimos.
Y además, encima de que tiene poco que ofrecer, algunas escenas se nota a distancia que están alargadas a conciencia para rellenar tiempo. Muchos diálogos, negociaciones con el asesino e incluso hasta los asesinatos en sí mismos se hacen de una forma deliberadamente lenta para que la película dure más partiendo del poco y malo material que tiene.
Otra cosa que no me gusta es que tiene demasiadas escenas fuera de la carretera, lo que hace que se pierda la esencia de la saga. Lo más interesante era ver la cantidad de cosas que podían pasar en un coche en marcha, o en bares y hoteles de carretera en esas kilométricas vías de Estados Unidos. Pero aquí hay mucho tiempo gastado en una gran nave y en un cementerio de coches, sin la más mínima tensión.
Como digo en el título, no veré más, pues no me extraña que hagan más partes.