Esta nueva serie es un “spin-off” de “The blacklist”, aunque también se cruza un poco con ella al principio.
El protagonista es Tom Keen, un personaje que siempre ha sido muy ambiguo, y supongo que de ahí viene la redención del título. Le acompaña Scottie, interpretada por la incombustible Famke Janssen (los años no le tratan demasiado mal a esta mujer), que también hizo ya algunas apariciones en la serie original con este personaje.
Otro al que podemos ver es al perdido (valga la redundancia) Terry O’Quinn, que tras la gloriosa serie de la isla ha vuelto a ser tan secundario como lo era antes de viajar en el famoso vuelo de “Oceanic”.
Lo primero que se me viene a la cabeza con esto son varias preguntas ¿Por qué no intercalar esta trama con los episodios de la otra o haberla dejado para cuando hubiera terminado por completo la serie madre (o al menos la temporada correspondiente)? Sus motivos tendrán, pero como he visto “Redemption” antes de meterle mano a la cuarta temporada de la otra, no sé si realmente tiene alguna justificación argumental o es por otros motivos que no tengo ganas de buscar en “google”.
El caso es que no le veo lógica a su propia existencia. Hasta “Fear the walking dead” tiene más razón de ser (llenar de caminantes el verano) que esta.
En cuanto a la serie en sí, tiene exactamente la misma factura, estilo, tramas y formas que la otra, pero con estos personajes que allí eran secundarios. Pero claro, falta el carismático Reddington y la agente Keen, a los que se les echa un poquito de menos.
Es muy entretenida y dinámica (igual que la otra). Los episodios son muy disfrutables, y al mismo tiempo tremendamente fáciles de olvidar al poco tiempo de verlos (igual que la otra)
Los capítulos recuerdan aquí en cierta forma a “Misión imposible”, aunque también tenemos la pantalla partida como si estuviéramos en “24”, quizá para introducir algún elemento que la distinga de la otra serie, lo cual no consiguen nunca.
Es prácticamente igual que “The blacklist”, así que ¿para qué la han hecho justo ahora? Ni idea. Pero eso no quita que me haya gustado (igual que la otra). De todas maneras le voy a poner un punto de menos de nota que la otra, por la falta de originalidad y de identidad propia.