Amy (con otra cara) y Charlie (con otra cara) están de viaje de estudios en Rumania. Da la casualidad también de que está allí Peter Vincent (con otra cara), al cual por lo que se ve se le ha olvidado todo lo que pasó en la primera parte y ahora no cree en los vampiros.
La profesora universitaria buenorra es la condesa Bathory. Es una vampira cuyo poder consiste en echar ruido de murciélago por la boca y provocar luces epilépticas por los pasillos. Se baña en sangre, está muy buena pero es muy mala.
También sale el amigo de Charlie, que en una escena le queman un lado de la cara y luego sale con el otro lado quemado, aparte de hacer el tonto bastante.
La película está salpicada con una banda sonora a base de coros que se creen que dan miedo.
Y para terminar, cuando la vampira se transforma, lo hace disfrazada con una careta y un traje de velcro.
Una de las peores películas del año, que tiene la cara de llamarse segunda parte de aquella con Colin Farrell.