Es muy difícil que una "lifetime movie" tenga algo verdaderamente aprovechable. Normalmente son guiones que directamente están elaborados con mucha desgana, ya que nisiquiera los espectadores tienen una mayor ambición que entretenerse. En este caso, los actores son malos con ganas, mención especial para la presidenta de la hermandad, que directamente parece que no se toma en serio el papel. Obviamente es entretenida ( que menos), y la historia es todo lo original que suele ser en este tipo de películas. Si no fuera porque al menos lanza un mensaje crítico hacia las hermandades americanas, y por un final, que dentro de lo que cabe es ocurrente, suspendería estrepitosamente.