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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
8
Western En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarrecompensas alemán que sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta, pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), esclava en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). (FILMAFFINITY) [+]
21 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Django desencadenado es, seguramente, el trabajo de Tarantino que más expectación ha despertado en los últimos años. Siguiendo la línea de Malditos bastardos, el peculiar cineasta nos mete en una historia imposible enfrascada dentro de un pedazo de historia real de la humanidad.

Quentin Tarantino es, más que un nombre propio, un sello de identidad. El director de Tennessee tiene un estilo inconfundible y a lo largo de los años ha conseguido granjearse tantos seguidores incondicionales como detractores acérrimos. En Django desencadenado Tarantino muestra, posiblemente, su mejor versión como director. Loas referencias al western clásico son constantes, pero el director no se detiene ahí en su homenaje al cine, pues en la película podemos adivinar momentos que van desde El padrino hasta Los siete samuráis e incluso se atreve a guiñar un ojo al popular videojuego Red Dead Redemption, con el que tiene bastante en común. Cuando digo que es posiblemente el mejor trabajo de Tarantino tras las cámaras me refiero a que, en los momentos en los que desconecta de su vertiente más bizarra, logra enfundarse el traje de gran director, con una selección de planos soberbia de la que se sirve, también, en algunas de las escenas más rocambolescas de la película. El guion no es gran cosa en apariencia, pero cuando uno empieza a bucear en él, se da cuenta de que realmente tiene mucha fuerza gracias a una historia muy notable pero, sobretodo, gracias a unos personajes dibujados con maestría y desarrollados con mirada clínica. La banda sonora es un acierto brutal y llega a fundirse con el colorido de las escenas que más referencia hacen al western de "caballo y pradera", consiguiendo una atmósfera que enamora.

Jamie Foxx protagoniza la película y está a un nivel excepcional. Nada nuevo bajo el sol, pues el actor tejano (al que por ascendencia le va el papel que ni pintado) es un intérprete soberbio. Leonardo DiCaprio interpreta al villano, un rol relativamente nuevo para él y en el que brilla como de costumbre, logrando que, una vez más, nos preguntemos qué tienen en contra de él a la hora de repartir premios en Hollywood. Foxx y DiCaprio son el bueno y el malo, pero su nexo de unión está interpretado por un coloso como Christoph Waltz, capaz de comerse con patatas a sus dos compañeros de reparto a pesar de que hablamos de dos de los mejores actores del momento. A Waltz le gustan estos personajes (en Malditos bastardos está la prueba más evidente) y los exprime al máximo. Su capacidad para expresar matices es casi infinita. Por último tenemos a un casi irreconocible Samuel L. Jackson, uno de los actores fetiche de Tarantino, que interpreta a uno de los personajes más divertidos de la película y lo hace con un trabajo excelente.

Resumiendo, que es gerundio: Django desencadenado cuenta con un grandísimo guion (sobretodo en lo referente al desarrollo de personajes), una muy buena dirección, un apartado técnico sobresaliente, una preparación y estudio por parte de Tarantino dignos de elogio, un reparto inconmensurable y varias escenas gloriosas que, sin duda, pasarán a la historia. Gracias, Tarantino.
Grijander
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