Me reí mucho con esta película. Deja en segundo plano los muchos matices que hacen de la história una realidad solo ligeramente alterada. Jason Segel es a mi entender uno de los mejores cómicos actuales, y, aunque no me gustó que el doblaje no sea el mismo que el habitual, solo puedo rendirme ante la expresividad y la naturalidad de su actuación. La película consigue que no borres la sonrisa de tu boca en ningún momento, con las excepciones en las que la sonrisa provocada por el humor se convierte en la sonrisa tierna de una história de un amor a primera vista que el cerebro tarda un tiempo en reconocer.