Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
2
Drama. Romance Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
26 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Increíble. Es la palabra que mejor define esto. Una película que intenta meterse bajo la piel del espectador contando dos historias que deberían ser muy humanas y, en su lugar, es simplemente una batalla de palabras desencajadas que salen de la boca de dos seres desnudos.

Julio Medem lleva la gilipollez a su máxima expresión. Lo que debería ser una película intimista en la que los personajes, desnudos fisicamente, deberían ir desnudando su alma hasta convertirse en parte del espectador, se convierte en un material que el cineasta vasco utiliza solamente para llevarr su locura sexual a otro nivel. Medem trata de construír unos personajes únicos y, por desgracia, lo consigue. La cursilería de las frases de las dos chicas está por encima de tonterías como las que puedan escucharse en Crepúsculo o en Perdona si te llamo amor. Sin embargo, ahí no termina la estupidez de una película que va intercambiando el rol de las protagonistas. Una de ellas es la casi esquizofrénica y la otra es la que está más o menos cuerda y eso en términos generales se mantiene, pero Medem añade un punto infantil a uno de los personajes que va saltando de una actriz a otra a merced del gusto del director. Eso provoca diálogos que puedes escuchar cuando hablas de Bob Esponja con tu sobrino de cuatro años y una profunda sensación de indignación en el espectador.

Elena Anaya me parece una buena actriz. Sin embargo, nominarla al Goya por su papel en Habitación en Roma es como dar una patada en los huevos del cine. Anaya no puede cargar con lo absurdo de su personaje. Esos cambios de humor inexplicables (que no vengan con que la mente del personaje es así, porque no cuela), esas carcajadas nacidas de comentarios tontos o esas miradas profundas en las que Medem pretende mostrar el sentimiento más básico sobre el que se basa el amor, son tres cosas con las que Elena Anaya no puede lidiar, con lo que su interpretación se resiente. Natasha Yarovenko se encuentra con el inconveniente de que a día de hoy no es una buena actriz. Las mismas dificultades que tiene el personaje de su compañera (más que dificultades son putadas), las tiene también el de la actriz de origen ucraniano, con lo que hay escenas suyas que provocan auténtica vergüenza ajena. El único que se sala es Enrico Lo Verso, que está simpático, aunque su escasa aparición basta para mostrarnos un personaje también desdibujado.

Resumiendo, que es gerundio: a mi entender, Habitación en Roma solamente puede servir para que quinceañeros puedan alquilar una película erótica en un videoclub, ya que la parte de las cortinillas les está vetada. Para el resto de los mortales, una puta mierda. Pero una mierda grande, no creáis que una mierdecita... No, no, un mojón. Un mojonaco o, como dicen los niños, caca de la vaca. La última expresión es por si se da el caso de que Medem lee esto, que pueda entender un lenguaje a la altura del de su película.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow