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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
7
Musical. Comedia. Drama Adaptación cinematográfica del musical homónimo de Broadway. Los Ángeles, 1987. Un aspirante a roquero y una chica que trabajan en el mismo club se enamoran y tratan de impedir que el local caiga en manos de unos empresarios que quieren demolerlo. (FILMAFFINITY)
6 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La era del rock (a partir de ahora Rock of Ages, título original) lleva al cine un popular musical dirigido por Chris D'Arienzo plagado de canciones de los 80 fácilmente reconocibles para cualquier ser humano.

Adam Shankman no es un gran director y, en Rock of Ages, sus puntos flacos son bastante visibles. Sin embargo, el dinamismo con el que dirige la película es un puntazo y si a eso le sumamos el excelente trabajo de montaje en post-producción, el resultado son unos números musicales que dan el pego y parecen perfectamente coreografiados. Es cierto que Shankman no está a la altura en lo relativo a la ejecución del guion, dejando que el entusiasmo de sus personajes principales parezca esfumarse en ocasiones, pero nada de eso parece importar demasiado cuando estalla una nueva canción. Ahí es donde Shankman sale ganando, puesto que la película está tan cargada de números de voz (y a veces baile) que la diversión no está en la bien planteada pero mal definida historia de amor, sino en el homenaje a la música de una década histórica. Las canciones, por su parte, son personajes puntuales de la película, ayudando a contar determinadas situaciones. Hay que destacar que las versiones, lejos de atentar contra los clásicos, los tratan con respeto y hay alguna de ellas absolutamente impresionante, como la que mezcla More than Words (Xtreme) con Heaven (Warrant), cambiando casi por completo ésta última para adaptarla a la primera.

Julianne Hough ofrece una candidez adorable y buenas maneras. Diego Boneta es menos actor que cantante, pero así y todo deja buenas sensaciones aunque la mayoría de ellas sean sobre el escenario, que es donde más cómodo se siente. Tom Cruise es una de las grandes estrellas de la película ya que, lejos de sobreactuar en un personaje que ya de por sí es extremo, se ciñe a lo que se le pide, demostrando una vez más que esos papeles son los que mejor se le dan. Catherine Zeta-Jones, brillante como gata en celo que se disfraza de puritana. Bryan Cranston, alcalde (marido de Zeta-Jones en la película) es uno de los que más hace con menos, puesto que su personaje es un simple añadido que, sin embargo, se abre paso gracias al trabajo del actor. Russel Brand y Alec Baldwin son las otras dos estrellas (además de Cruise) de la película y brillan muchísimo por separado, pero cuando se juntan se forma un auténtico boom generado por una complicidad fantástica. Paul Giamatti es un hombre para todo y siempre está a un gran nivel, pero cuando se trata de hacer de capullo, lo suyo pasa a ser legendario. Malin Akerman, que interpreta a una reportera con la ropa interior un poco suelta, está sobresaliente. Mary J. Blige cierra el elenco principal con un trabajo muy serio. Todos ellos, además, hacen gala de voces impresionantes y hay que recordar que solamente Diego Boneta y Mary J. Blige se dedican a la música de forma profesional.

Resumiendo: Rock of Ages es el Grease del Siglo XXI. En una época en la que todo son refritos, remakes y reboots, era casi obligatorio hacer un musical en el que la banda sonora estuviese formada por clásicos de otra época. Podía hacerse a lo burro o podía hacerse con el mayor de los respetos. El musical de Broadway que da origen a la película optó por lo segundo y tanto Warner Bros como New Line Cinema (que son muy de adaptar) llevaron ese respeto al gran público. Para mí la película, entendida como tal, es floja... pero desde el punto de vista de musical melancólico es difícil de superar. Me encanta.
Grijander
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