Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
5
Thriller Han pasado diez años desde que Lecter, tras su entrevista con la agente del FBI Clarice Starling, escapara del hospital de máxima seguridad en el que estaba recluido. Ahora vive en Italia, pero Starling no ha podido olvidarlo: su fría voz sigue resonando en sus sueños. Mason Verger también recuerda a Lecter: fue su sexta víctima y, pese a quedar horriblemente desfigurado, logró sobrevivir. Tras heredar una fortuna, Verger decide ... [+]
15 de abril de 2011
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela de El silencio de los corderos, una de las mejores películas de la década de los 90. No se acerca nunca a su predecesora en ningún sentido, y cuando pasa esto, surge la pregunta de si era necesaria esta película. Y cuando surge la pregunta, la respuesta es siempre obvia.

La dirección de Ridley Scott no toma una dirección clara (válgame) y se embarra de manera innecesaria. Quien haya visto El silencio de los corderos no necesitará mucho tiempo para darse cuenta de que Hannibal no sigue una evolución natural. Evidentemente, el medio cambia y las circunstancias deben adaptarse, pero con un golpe de vista, uno se da cuenta de que el camino que toma no es correcto. El guión sigue siendo bueno, pero Scott dirige de forma que los personajes quedan dibujados con brocha gorda, sin estar delimitados. Eso suele ser culpa del guión, pero en este caso el responsable es el director, con un trabajo ansioso que distorsiona la creación original hasta dejarla a la altura de una película más. Si se considera la obra un complemento, aprueba con nota, pero si se valoran sus más de 120 minutos de manera independiente, se revela una cinta poco más que pasable. Los efectos de difuminación no hacen sino enmarranar algunas escenas. Otras, sin embargo, son soberbias y hacen que la película no sea un absoluto desastre. No seré yo quien diga que Ridley Scott es un mal director (de hecho es de mis favoritos), pero todos cometemos errores, y en esta ocasión ha sido su turno.

Jodie Foster era 'Clarice'. Julianne Moore no es 'Clarice'. Es así de sencillo. Han pasado diez años en los que su personaje lógicamente ha evolucionado, pero cuando dicho personaje es tan carismático y tan "personal", es difícil aguantar el peso, te llames Julianne Moore o Gracita Morales. Moore es una actriz como la copa de un pino, pero aquí el personaje le queda grande o, al menos, no le viene a medida. Su actuación es bastante buena, pero el eco de las miradas de Jodie Foster sigue rebotando en todo momento. La química no es la misma, y parece que el propio Anthony Hopkins se da cuenta de eso. Sin embargo, el actor sigue a un altísimo nivel. Siendo el personaje mejor desarrollado, Hopkins demuestra que 'Hannibal' sin él no sería el mismo. La fantástica caracterización de Gary Oldman hace difícil valorar su actuación, aunque esos ojos dicen más que algunos actores con todo el cuerpo. Ray Liotta aparece poco, pero deja una escena para el recuerdo.

Resumiendo, que es gerundio: buen complemento, discreta película. Cuando una película ha tenido tantísimo éxito, es difícil complacer al público con una secuela. Cuando Jonathan Demme te dice que no la va a dirigir y Jodie Foster te responde que no volverá a encarnar a 'Clarice' deberías interpretarlo como una señal divina. No hagas la película. Aunque en el cambio de Foster por Moore ganemos una imágen de ésta última con un vestido negro que queda grabada a fuego.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow