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Voto de Argoderse:
8
Cine negro. Drama Seis meses después del suicidio del afamado sastre Narciso Benavides, una misteriosa y atractiva mujer casada visita a Germán Areta, prestigioso ex policía de la Brigada Criminal y ahora detective privado, para que inicie una investigación exhaustiva sobre el “Caso Benavides”. La mujer está convencida de que el sastre, que era su amante, fue asesinado. Aunque su instinto le dice a Areta que la gente sólo mata por amor o por dinero, irá ... [+]
26 de septiembre de 2019
83 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
José Luis Garci está de vuelta. Aunque dijo allá por 2012 que 'Holmes & Watson. Madrid Days' sería su última película, Garci es muy del estilo Bond: 'Never say never again'. Y regresa con El crack Cero para completar la trilogía iniciada en 1981 con el legendario Alfredo Landa Areta y su compañero Miguel Rellán de protagonistas.

Puro cine negro que vuelve a repetirse en esta tercera entrega, que dentro de la saga es la precuela a la a las dos anteriores. Algo como: así empezó todo. Los comienzos de Germán Areta como detective privado por los bajos fondos de Madrid. La otra capital de España, alejada del glamour, más sucia y 'noir' que nunca, pero a la vez encantadora y atrayente.

Recogiendo el testigo de Alfredo Landa en el papel principal aparece Carlos Santos. El camaleónico hombre de las mil caras que ofrece una interpretación magistral en la piel de ese detective de zapato blando y mucha paciencia. Parco en palabras, resolutivo, intuitivo; que se viste con humo, clase y se ducha en whisky. Y a la vez un romántico empedernido, como puede comprobar en esta ocasión una María Cantuel notable en sus minutos en escena.

De esos hard boiled de siempre, sacado de las novelas de Chandler y Hammet pero con sello español. Un Santos que completa su gran actuación gracias a la aportación del segundo de a bordo: un soberbio Miguel Ángel Muñoz, que da lustre a otro de esos personajes exquisitamente creados como El Moro. Dos más que dignos sucesores de Landa y Rellán.

Todo un universo del mejor 'noir' clásico traído al pleno siglo XXI. Personajes de baja estofa, canallas con ínfulas, 'madames', policías corruptos, empresarios depravados y un sistema a punto de reinventarse para seguir siendo la mierda de siempre -¡qué poco hemos cambiado!, se suceden delante de la cámara de Garci, que nos regala ese blanco y negro cargado de simbolismo y una nostalgia apabullante.

Solo alguien como el oscarizado José Luis Garci es capaz de rescatar del olvido de este país de sinvergüenzas y bribones una historia de estas características. Un homenaje al cine de siempre y que en sus compases finales -atentos a los planos- te puede llegar a robar hasta una lágrima.

Su puesta en escena es magnífica. El equipo humano, su ambientación y estética, sobresalientes. Pero -siempre tiene que haberlo- la resolución cojea en la misma balanza que lo anterior. Por suerte no es un gran lastre, pese a todo lo que significa en su conjunto. Afortunadamente una película es mucho más. Como el propio Garci. Como su cine. Una herencia que por el bien de nuestro arte e industria espero que tenga continuación.

Más datos sobre esta y otras películas en www.argoderse.com
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