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Voto de Pedro_MG:
6
Documental “Cuando uno quiere hacer cine tiene que estar dispuesto a matar a su tía y llevarse su dinero”, dice Menahem Golan en este espléndido documental sobre los dos primos israelíes que pusieron patas arriba la industria de Hollywood con más de 300 títulos producidos. The Go-Go Boys relata el auge y caída de Cannon Films, sus éxitos más memorables y la ruptura, profesional y personal, de sus dos fundadores. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2019
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía fichado este documental tras disfrutar del magnífico "Electric Boogaloo" hace algún tiempo, y por fin pude verlo un par de días atrás a la publicación de este comentario.

Surge como respuesta al documental anteriormente citado. A mí me han gustado los dos y no creo que haya que tomar "Electric Boogaloo" como un ataque frontal a la productora Cannon, que manejaron durante algunos años estos primos israelíes.

Ambos documentales reflejan una época y una forma de hacer las cosas que, al menos bajo mi opinión, desgraciadamente no volverán (si dejamos de lado las supuestas hijoputeces de Michael Winner). ¿Que las pelis de la Cannon eran malas si nos ponemos exquisitos bajo ciertos conceptos (técnicos, guion, etc...)? Pues sí. Pero por encima de eso, la mayoría de ellas eran entretenidísimas.

Viendo este documental no puedo sino sonreír cada vez que veo a Menahem Golan hablar con esa ilusión por sacar adelante toda clase de proyectos. Es cierto que estaba desatado y causó demasiados problemas a los que su primo Yoram no pudo poner solución para mantener a flote la empresa, pero es innegable que esa visión romántica del cine se ha echado a perder con los años y ello sólo podemos catalogarlo de absoluta tragedia, en estos tiempos de superproducciones, cine políticamente correcto y total anulación del concepto de autor bajo las órdenes de la agenda politico empresarial del mundo actual.

El documental en sí no es ninguna maravilla. Se pueden echar en falta más testimonios alejados a la familia de los protagonistas, no tiene el ritmo frenético, ni la chispa, de "Electric Boogaloo", y la parte donde se nos cuenta la historia de estos dos primos en Israel a mí me interesa entre poco y nada. Pero es un documental que todo amante del cine, sin pretensiones ni ínfulas, debería ver. Todos deberíamos conservar ese poquito de amor al cine que mostraba Menahem, y más si en el futuro queremos vivir de esto.

¡Viva Cannon Films!
Pedro_MG
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