Mejor que la anterior entrega de 1980, pero perjudicada por la larga mano de los productores de la Cannon, los mismísimos Golan y Globus.

Se nota el aumento de presupuesto, quitándose de encima ese toque chusco grindhouse visto en la primera entrega. Aquí encontramos algunos de los típicos clichés del cine ochentero de vengadores, con banda criminal con pintas a lo película post-apocalíptica italiana, encabezada por un entonces pipiolo Mario Van Peebles.

A la película se le recortaron algunos momentos importantes, tales como una explosión en el club que frecuenta el protagonista para ver bailar a su novia. También se cambió el destino de uno de los personajes y el final, además de traer a un segundo director que rodase excenas extra (todas las que tienen que ver con el lanzallamas antes de la batalla final).

La peli es entretenida, pero es una lástima saber que pudo haber sido mejor si se hubiera respetado la libertad creativa. Podría haber dado para más secuelas, o puestos a fantasear, para un crossover entre Paul Kersey y John Eastland masacrando pandilleros, ya que ambas sagas terminaron en manos de Cannon Films.

En España se lanzaron a vídeo un par de películas protagonizadas por Ginty tituladas como Exterminador 3 y 4, pero la realidad es que no tienen absolutamente nada que ver con las dos películas del vigilante con lanzallamas.