18 de junio de 2011
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Eddie “the fast” Felson es un habilidoso jugador de billar que se dedica junto a su socio Charlie a arañar todo el dinero posible en partidas de poca monta para realizar su máxima aspiración en la vida: desafiar al gordo de Minnesota, un jugador archiconocido por su talento, elegancia e imbatibilidad. El día tan esperado por fin llega y Eddie deberá vencer a dos rivales esa noche, al gordo y a si mismo.
Gran trabajo de Robert Rossen que sigue la senda de proyectos previos como Cuerpo y alma o El político. En The Hustler hace una perfecta exposición de las bases del "exitoso" sistema americano, en el que o eres el número uno o no eres nadie, la soledad, la pasión y el amor hacia tu vocación.
El blanco y negro es fabuloso, destacando una conseguida fotografía de Eugen Shufftan que fue recompensado con un merecidísimo premio de la Academia. El guión y la banda sonora son también aspectos muy positivos del filme, pero quizás sea la perfecta y minuciosa escenografía la gran baza de la película y que también ganaría la estatuilla. Es muy llamativo observar como con pocos medios económicos se puede sacar esos decorados y escenarios tan lúgubres y austeros.
Las actuaciones son fantásticas y con mucho oficio. El inolvidable Jackie Gleason es ya todo un icono de distinción y gracia y verle entrando en el salón de billar es un espectáculo. Ggeorge C Scott cuaja un papel formidable como un ser maquiavélico, carente de sentimientos, codicioso y que chupa la esencia vital de los desgraciados que acceden a asociarse con él. Piper Laurie es la frágil y desdichada Sarah, una pobre chica que se enamora de Eddie y que le servirá de punto de apoyo, y Myron McCormick es Charlie, el socio de “el rápido” al que este no profesa gran cariño.
He dejado para el final a Paul Newman, que es el verdadero artífice del éxito de la cinta y que desempeña una labor sencillamente inconmensurable; ya sin la afectación del Actor´s studio, Paul brinda su papel más completo, llenó de garra, altibajos emocionales y que derrocha carisma y nervio. Newman debió ganar aquí un Oscar, que le llegaría tardíamente por el papel del propio Eddie "the fast" Felson en El color del dinero.
Les invito a ser testigos del mano a mano entre el gordo y el rápido. Es digno de ver.
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