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España España · Madrid
Voto de Naran:
7
Aventuras. Drama Adaptación de 'The Long k: The True Story of a Trek to Freedom' de Slavomir Rawicz. El protagonista narra en primera persona cómo, tras la invasión de Polonia por los alemanes, fue arrestado por el ejército soviético y encarcelado en Siberia. En 1940 consiguió escapar del gulag -campos de concentración de la Unión Soviética- en compañía de otros presos y, finalmente, cómo huyendo a pie llegaron desde Siberia al Himalaya, al desierto del ... [+]
10 de diciembre de 2010
80 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parafraseándome a mí misma, diré que éste no es mi Peter Weir de Picnic en Hanging Rock. Es el Peter Weir de los 130 minutos repletos de épica epopeya. Efectivamente, estamos ante dos horas de hombre vs. naturaleza sin tregua. Tanto, que llega a empachar. Pero no importa.

Sumemos la cuidada fotografía de los chicos de National Geographic con el pulso narrativo del director australiano y obtendremos un peliculón sobre la lucha por la supervivencia y la libertad. Adelante, siempre adelante, kilómetro a kilómetro, tormenta tras tormenta. Lástima que no termine de calar; en esta historia basada en hechos reales, dramatizada sin perder ese imprescindible toque documental, no cabe la magia.

No obstante, Peter Weir sabe darle a la película su tono, más allá de los bellos paisajes. El arranque es perfecto. Una vez comenzada la huida, la búsqueda del camino nos deja detalles como la búsqueda de los puntos cardinales, el paso en el lago helado o la búsqueda incansable de agua, o algo que se le parezca.

El contraste entre la hostilidad de la vida y la dulzura de la muerte, tratada así quizá por la intencionalidad de alegato-libertad, no termina de emocionar como debería. Tampoco ayuda que a veces, una historia sobre la condición humana, repleta de personajes complejos y diálogos bien montados, se vea empequeñecida ante tanta épica apabullante.

"Vuestra cárcel no serán nuestros grilletes ni alambradas, sino Siberia". La atmósfera de la película no envuelve ni subyuga. Directamente te aplasta. Sentir que el frío de Siberia te cala los huesos, el apabullante calor del desierto, la inmensidad de la arena, los pies hinchados, la sed, la ceguera... incluso más que los personajes.

Camino a la libertad es una película que sabe hacerme sentir muy pequeña. Y no es poco.
Naran
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