Entretenidísima cinta en la que el gran Sylvester Stallone interpreta a Frank Leone, un preso al que le quedan seis meses de prisión en una cárcel apacible y que cuenta con permisos los fines de semana. No obstante, todo se complica por culpa de un alcaide (Donald Sutherland) al que Stallone parece ser que se la lió parda hace años. Entonces éste trasladará a "Sly" a otra cárcel, convirtiéndo esos seis meses que le quedan en un auténtico infierno.

Ya comentado la película, he de confesar que me ha encantado. No sé si por el buen rollo que transmite un Stallone impresionante en su papel (el final de su década dorada, exceptuando 'Rocky'), por el doblaje de Ricard Solans, por las peleas en la cárcel o por el también meritorio trabajo de Donald Sutherland haciendo de cabrón.

Se me quedarán grabadas las escenas del partido de rugby o la del coche por el patio simbolizando esa libertad que por un minuto sienten los presos, emulado después en 'Cadena Perpetua' por ejemplo con la escena de la música por el pato con ese fantástico "Hammer Smashed Face" o la escena de las cervezas heladas después de una dura jornada alquitranando tejados. Volviendo a la cinta que nos atañe, comentar que el final me pareció muy entretenido, ágil y además cuenta con algún giro inesperado en la trama que otro.

Destacar la banda sonora del gran Bill Conti (saga 'Rocky') o esos dos temazos que suenan, uno en la escena del taller y otro en los créditos finales a lo 'Rocky 5', recordando los mejores fotogramas de la cinta.

Claro que tiene sus tópicos y no es una maravilla, pero no sé, hacía meses que no disfrutaba tanto con una peli: acción, risas, drama carcelario y un Stallone en estado de gracia.