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Voto de inesina:
4
6,3
23.614
Drama
Drama sobre la Iglesia de la Cienciología. Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), un intelectual brillante y de fuertes convicciones, crea una organización religiosa que empieza a hacerse popular en Estados Unidos hacia 1952. Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un joven vagabundo, se convierte en su mano derecha. Sin embargo, cuando la secta triunfa y consigue atraer a numerosos y fervientes seguidores, a Freddie le surgirán dudas. (FILMAFFINITY) [+]
8 de enero de 2013
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo único reseñable de la película y que realmente impacta sería la interpretación de Joaquín Phoenix. Su mirada, su presencia, te hace ver un hombre roto e irredimible.
El resto me recuerda a las pelis que veía yo de pequeña para adolescentes y que me asqueaban y me cabreaban a partes iguales, mientras pensaba que alguna vez el público y la sociedad evolucionaría, abandonarían la edad del pavo, y se utilizarían otros recursos más adultos y más maduros que un pedo, o un lenguaje soez (al estilo "caca, culo, pedo , pis") para tratar de impactar o atraer al espectador.
El resto me recuerda a las pelis que veía yo de pequeña para adolescentes y que me asqueaban y me cabreaban a partes iguales, mientras pensaba que alguna vez el público y la sociedad evolucionaría, abandonarían la edad del pavo, y se utilizarían otros recursos más adultos y más maduros que un pedo, o un lenguaje soez (al estilo "caca, culo, pedo , pis") para tratar de impactar o atraer al espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película (dejémonos de pretenciosidades vacuas en esta sociedad descreída) trata sobre un loco tarado que se engancha a una secta de gente pirada aunque quizá más fina que él, más sofisticada, que se creen superiores al protagonista, pero que en el fondo están igual o más perdidos que él. Y así asistimos a lo largo de toda la película a un cúmulo de despropósitos varios, como ver al loco tarado tocando la pared y las ventanas en una habitación mientras el grupo de energúmenos de la secta trata de "curarle"... a festivales de desnudos imaginarios provenientes de la mente del depravado protagonista al que al principio ya se le trasluce una tremendamente original fijación por el sexo... O incluso nos "deleitan" con una especie de masturbación realizada por la mujercita secretaria (ni se sabe lo que es a lo largo de la película) embarazada al líder de la secta que dura unos cuantos minutos y en los que no se alcanza a entender qué relevancia, significado o sentido o conexión puede tener tal extraordinaria o artística escena con el resto de la película...
Y el final, con la frase clave del protagonista a la prostituta, amante o lo que sea: "vuélvela a meter que se ha salido", ya nos ilustran sobre la conclusión final de tan magnánima película...
Que no, que no, Anderson, que no vales, tío, y mira que lo intentas, pero a mí no me la cuelas... No me cuela tu exacerbada grosería y pretenciosidad vacua como excusa para contarme nada que no sepa ya, tío... Ni tu fotografía, ni tus actores (aunque su trabajo sea de lo más meritorio), ni nada de nada. Porque tu fondo es feo, sucio, presuntuoso, caricaturesco, y lo peor de un tío que se las da de autor de no se sabe qué como este Anderson de los huevos, es que parezca que se burla cruelmente de su obra. Yo de quien me burlo es de ti, macho. Qué triste que tu obra sea tan fea en el fondo.
Y el final, con la frase clave del protagonista a la prostituta, amante o lo que sea: "vuélvela a meter que se ha salido", ya nos ilustran sobre la conclusión final de tan magnánima película...
Que no, que no, Anderson, que no vales, tío, y mira que lo intentas, pero a mí no me la cuelas... No me cuela tu exacerbada grosería y pretenciosidad vacua como excusa para contarme nada que no sepa ya, tío... Ni tu fotografía, ni tus actores (aunque su trabajo sea de lo más meritorio), ni nada de nada. Porque tu fondo es feo, sucio, presuntuoso, caricaturesco, y lo peor de un tío que se las da de autor de no se sabe qué como este Anderson de los huevos, es que parezca que se burla cruelmente de su obra. Yo de quien me burlo es de ti, macho. Qué triste que tu obra sea tan fea en el fondo.