Podríamos decir que "Thi Mai" posee una base profundamente dramática, base por la que transitan -fundamentalmente- tres personajes a los que les ocurren cosas graciosas, típicas en cualquier viaje a un país exótico del que no entiendes el idioma ni conoces su cultura.

Los dos aspectos negativos que encontré en la película fueron el exceso de tópicos -aunque muchos funcionan- y (a modo muy personal) un abuso de las complicaciones para las adopciones para que después no sea para tanto. Tuve la sensación de que tejieron una historia muy engorrosa para hacerla más creíble pero que se va al traste porque al final todo acaba bien.

El argumento es potente. Me explico: que una mujer se encuentre en la tesitura de que le han concedido la adopción de una niña vietnamita a su hija, fallecida recientemente en un accidente de coche, y quiera ir a buscarla porque la siente -de alguna manera- como su nieta me parece un asunto intenso, interesante y poderoso.

Celebro sus protagonistas, tres grandes actrices de más de 50 años. ¡Aleluya! Carmen Machi sustenta la película. Hace años que dejó su Aída para convertirse en una gran dramática, consiguiendo emocionarme en distintos momentos del metraje. Aitana Sánchez-Gijón hace de una fracasada resentida con la vida y alérgica a la ternura. Quizás interpreta al personaje menos carismático para el gran público, pero a mi me encantó. Además, Aitana siempre es bien. Y, por último, la gran sorpresa: Adriana Ozores. Bueno, una sorpresa a medias. Ya sabía que era una buena actriz, su credibilidad es una de sus permanentes virtudes, pero no esperaba tanto. La Ozores convierte lo que podría ser un -con perdón- mojón de personaje (estirada, carca, inculta...) en una delicia (graciosa, entrañable, apasionada...). Espléndido trío.

Dani Rovira me sobra. A pesar de que me gusta como actor y hace una actuación correcta, sospecho que ha sido contratado para llevar a más espectadores al cine, estrategia que me horroriza. Su personaje no aporta casi nada, Carmen, Aitana y Adriana están estupendamente solas, no necesitan ningún apoyo. Pedro Casablanc y Eric Nguyen, en cambio, me parecieron más que correctos.

Me he reído y me he emocionado a partes iguales. No es un peliculón, pero las sensaciones al verla -y al recordarla- son muy positivas.

PD: Vietnam es el otro gran protagonista de "Thi Mai". Atractivo, salvaje, bello y caótico. Dan ganas de cogerse un avión y perderse por Hanoi y enamorarse de la bahía de Ha-Long.