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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
7
Intriga A casa de dos estudiantes van llegando los invitados a una especie de fiesta de fin de curso. El invitado que más temen es su tutor y profesor, un astuto criminólogo que sostiene que el crimen perfecto no existe, aunque ellos se han propuesto demostrar lo contrario. En efecto, con su llegada crece cada vez más la tensión y el nerviosismo de los jóvenes. Y no es para menos, porque tienen un cadáver encerrado en el arcón que sirve de mesa para la cena. (FILMAFFINITY) [+]
16 de septiembre de 2008
113 de 166 usuarios han encontrado esta crítica útil
A todos, por favor, escuchad los primeros cinco minutos de La Soga sin mirar hacia la pantalla. Lo que crees que está ocurriendo no tiene ni de lejos nada que ver con lo que en realidad ocurre.
Una de las genialidades de Hitchcock como lo es tambíen rodar la película entera en dos únicas escenas (sino me equivoco) y crear el mayor momento de tensión cuando la empleada doméstica recoge los platos, copas y canapés del arcón.

Una habitación, cuatro excelentes actores, teatro en estado puro y una dominación de la técnica apabullante (sólo recuerdo un fundido en una chaqueta para cambiar al segundo y último plano secuencia).

Los diálogos vivos y audaces. De esas conversaciones tan "cotidianas", personalmente extraigo
la conclusión de que Hitchcock desprecia a la mitad de la humanidad, al menos.

Es una de las pocas películas (sino la única) de Hitchcock con reparto por entero masculino (a excepción de las secundarias: la novia, la madre y la empleada). También eso me llamó la atención del director, siempre tan dependiente de sus rubias intérpretes.

Aunque, sinceramente, la historia me resulta inverosímil como también que James Stewart sea tan súper cocazo como para olerse siquiera de lejos lo que se está cociendo.
Yo, hubiese apostado por la jugada perfecta y por la impunidad, pero Hitchcock no se atrevió. Cosas de Hollywood, supongo...

Un 7, porque es buena, buena. No subo la puntuación porque Sir Alfred no se atrevió a redondear el final como la "hazaña" lo merecía... sin jamás ser abierto el maldito arcón.
Valkiria
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