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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
7
Drama Ethel y Norman Thayer son un anciano matrimonio que pasa sus vacaciones en un paradisíaco lugar, "el Estanque Dorado", entre los bosques y al lado de un lago. Norman, un hombre muy activo, soporta muy mal las limitaciones de la vejez y la cercanía de la muerte. Inesperadamente, llega de visita Chelsea, la hija de los Thayer, que siempre ha mantenido unas relaciones muy tensas con su padre. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2009
22 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómo Tantra dice, tan emotivamente (y es que hablamos de la película emotiva por definición), yo también adoro a los viejos.

Pero además, odio a los adolescentes, aunque aquí y ahora, pasados los años, el nieto imberbe de Fonda y Hepburn, comparta más valores con Espinete que con cualquier quinceañero fuera de madre de los que pululan por ahí persiguiendo tangas.

Adoro a los viejos porque ojalá todos lleguemos a vivir, una de dos: o la sensación que sufre Fonda ante el espejo, no derrotado sino reflexivo y dando válvula de escape a su negra ironía o, el optimismo desbordado de la Hepburn, que por Dios juro que es la que se lanza en plancha al estanque con sus setentaytantos y con cuya convicción y alegría, vive de hecho, unos 20 años más que el inolvidable Henry.

Con la que no me quedo es con la actitud de Jane Fonda. No me refiero a su interpretación, emotiva otra vez; de las que humedecen el lacrimal como siempre consiguen los de esta estirpe (con los Fonda, lloras), sino a lo perdida y acomplejada que se siente; incapaz de mostrar afecto y paralizada en lugar de exclamar, de una buena vez y a los cuatro vientos algo que no podrá escuchar su padre cuando ya esté bajo tierra.

Algo, además, que sí ocurrió en la vida real. No se llevaron bien nunca. Ni Peter, ni Jane profesaban cariño a Henry. Pero esa es otra historia.

MoraLeja: qué arrogancia entre los 30 y los 60...
MoraVieja: hacedlo a tiempo. Decidlo a tiempo. La “T” con la “E,” la “Q” con la “U”...
MoraDJay: la adolescencia es una enfermedad que se pavonea transitoriamente.

No hace falta que os déis fraternalmente la paz.
Pero sí, que os emocionéis con esta película.
De lo contrario seréis monstruos.
Valkiria
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