Entrañable y emocionante hasta hartar. Tiene todos los ingredientes para dar asco (adaptación de una serie manga antigua, cantidades ingentes de ordenador, estilo recargado, un niño y un mono...de hecho fue un sonoro fracaso de taquilla y la crítica la desolló).

Pero el diablo, así como el triunfo, está en los detalles, y los hermanos wachowski, bueno, el hermano y la tranise, lo saben y lo tuvieron en cuenta en cada plano. Esto no es como Oz de Sam Raimi, por ejemplo, un mundo CG sin vida; aquí desde el principio te proponen un escenario jodidamente chillón pero que va a estar al servicio de la película (uno no puede rodar carreras locas en un escenario cuerdo) y unos planos divertidísimos, que pasan de conductor a conductor, pasando por locutores, público, ruedas... y todo con mimo: los humos de colores, los reflejos en el túnel de hielo, los copos de nieve en la pelea...buen gusto dentro de lo que plantean.

La historia se sabe como va a acabar desde el principio y aún así te pega al asiento hasta la última curva, y deja sitio para traiciones y misterios no tan esperados, al menos para alguien que no vio la serie original.

Y el humor...facilón pero bien llevado a cabo. Yo al menos me despollé con el chaval y el mono obsesionados con las golosinas, o la pelea con el ninja.

Mención especial a la intro, que resume la historia del hermano mayor y la niñez de Meteoro a un ritmo ya apasionante desde el principio. Y luego la elipsis entre Royalton contándole a Meteoro cómo será la siguiente carrera, y la carrera en sí. Un 6.