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Voto de Miquel:
8
7,2
120.021
Fantástico. Drama. Thriller
Año 1944, posguerra española. Ofelia (Ivana Baquero) y su madre, Carmen (Ariadna Gil), que está embarazada, se trasladan a un pequeño pueblo al que ha sido destinado el nuevo marido de Carmen, Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista por el que la niña no siente ningún afecto. La misión de Vidal es acabar con los últimos miembros de la resistencia republicana que permanecen escondidos en los montes de la zona. En la ... [+]
27 de agosto de 2011
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sexto largometraje realizado y escrito por Guillermo del Toro (Guadalajara, Jalisco, Méjico, 1964). Se rueda entre julio y septiembre de 2005 en escenarios naturales de “El Espinar” (Segovia) con un presupuesto estimado de 7 millones EUR. Obtiene 3 Oscar (fotografía, maquillaje y decorados), 3 Bafta, 7 Goyas y otros premios. Producido por Guillermo del Toro, Alonso Cuarón y otros, se estrena el 11-X-2006 (España). La acción tiene lugar en una localidad del norte de España durante la primavera de 1944, a lo largo de varios días. Europa se halla en plena IIGM y España sufre la durísima represión de los primeros años de la posguerra. Se mantienen activos focos armados de resistencia republicana a cargo de los maquis.
Los protagonistas son Ofelia (Baquero), una niña de 13 años que viaja con su madre, Carmen (Ariadna Gil). Ésta se halla en avanzado estado de gestación. Van a la localidad de destino del segundo marido de Carmen, el capitán Vidal (López), al mando de un destacamento del ejército encargado de acabar con la resistencia de los maquis en la zona. Aficionada a leer cuentos de hadas, Ofelia crea con su fantasía una realidad de ficción, en la que se refugia. Ofelia es un nombre de origen griego que se refiere a la mujer pacífica, generosa, desprendida, sacrificada e inocente, dispuesta a ayudar a los demás. Vidal es un hombre amargado, sanguinario, brutal y perverso.
La película suma elementos de drama, cine fantástico y thriller, en una mezcla de géneros que gusta al realizador. La obra defiende el valor y el interés de la fantasía, que ha informado el mundo de las fábulas, cuentos, mitos y leyendas de la Humanidad durante siglos y que, desde siempre, es una fuente imprescindible de conocimiento y entretenimiento de niños y mayores. En algunos espacios sociales de nuestro tiempo la fantasía se halla subvalorada o incluso mal valorada. De ahí el interés de propuestas que la expliquen y reivindiquen con la convicción que pone en ello el realizador.
El film construye una alegoría de la violencia y el abuso del poder. La historia se desarrolla en un mundo sombrío, siniestro, violento y desolador, en el que Ofelia y las demás personas que lo pueblan se sienten a disgusto por los riesgos personales que corren, la impunidad del poder que las amenaza y oprime, y sus procedimientos inhumanos y despiadados. Con su poderosa imaginación Ofelia construye un mundo de fantasía, en el que entra y del que sale, según la evolución de los hechos reales y sus necesidades emocionales. En él proyecta sus sentimientos, temores, deseos y sus ansias de tener una vida normal y evitar el mal que rige la vida exterior. El mundo fantástico, creado con la ingenuidad propia de una niña, incorpora elementos sombríos y opresivos, que reflejan la realidad en la que Ofelia vive inmersa.
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Los protagonistas son Ofelia (Baquero), una niña de 13 años que viaja con su madre, Carmen (Ariadna Gil). Ésta se halla en avanzado estado de gestación. Van a la localidad de destino del segundo marido de Carmen, el capitán Vidal (López), al mando de un destacamento del ejército encargado de acabar con la resistencia de los maquis en la zona. Aficionada a leer cuentos de hadas, Ofelia crea con su fantasía una realidad de ficción, en la que se refugia. Ofelia es un nombre de origen griego que se refiere a la mujer pacífica, generosa, desprendida, sacrificada e inocente, dispuesta a ayudar a los demás. Vidal es un hombre amargado, sanguinario, brutal y perverso.
La película suma elementos de drama, cine fantástico y thriller, en una mezcla de géneros que gusta al realizador. La obra defiende el valor y el interés de la fantasía, que ha informado el mundo de las fábulas, cuentos, mitos y leyendas de la Humanidad durante siglos y que, desde siempre, es una fuente imprescindible de conocimiento y entretenimiento de niños y mayores. En algunos espacios sociales de nuestro tiempo la fantasía se halla subvalorada o incluso mal valorada. De ahí el interés de propuestas que la expliquen y reivindiquen con la convicción que pone en ello el realizador.
El film construye una alegoría de la violencia y el abuso del poder. La historia se desarrolla en un mundo sombrío, siniestro, violento y desolador, en el que Ofelia y las demás personas que lo pueblan se sienten a disgusto por los riesgos personales que corren, la impunidad del poder que las amenaza y oprime, y sus procedimientos inhumanos y despiadados. Con su poderosa imaginación Ofelia construye un mundo de fantasía, en el que entra y del que sale, según la evolución de los hechos reales y sus necesidades emocionales. En él proyecta sus sentimientos, temores, deseos y sus ansias de tener una vida normal y evitar el mal que rige la vida exterior. El mundo fantástico, creado con la ingenuidad propia de una niña, incorpora elementos sombríos y opresivos, que reflejan la realidad en la que Ofelia vive inmersa.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
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Las características de la vida colectiva de la comunidad se proyectan en el mundo imaginario, donde rigen elementos inquietantes y temibles como un autoritarismo tan cruel, falaz, inhumano y mortífero como el que encarna el capitán Vidal. Ni el fauno ni Vidal son personas razonables. En los dos habita el mal y los dos reclaman la sangre de inocentes. Los dos mienten, engañan, confunden y abusan de los demás. El fauno tiene partes humanas, extremidades inferiores de cabra y cuernos, es sumamente irascible y históricamente se le identifica con el diablo. También Vidal suma apariencias humanas y comportamientos propios de Satán.
Ofelia es la protagonista del mundo de fantasía. El juego que se establece entre ficción y realidad, fantasía y vivencias personales, sirve al realizador para explicar en términos metafóricos el sentido trágico de una realidad injusta y perversa. El cruce de las miradas airadas del capitán, inocentes de Ofelia, derrotadas de Carmen y reivindicativas de Mercedes (Verdú) se mueve, sobre todo, como un juego insoportable de funciones en desequilibrio. La estética del film extrae emoción y belleza de lo perverso y tenebroso. El relato elogia la inocencia desde la angustia que provoca la constatación siempre sorprendente e incomprensible de su debilidad frente al poder del mal. El mal no sólo habita en el interior de algunas personas, también se mueve con inicua fuerza en sociedades organizadas, incluso bien organizadas para degollar, matar o pervertir la inocencia.
La contraposición de los dos mundos, el real y el fantástico, confiere al film una fuerza notable, que en algunos momentos hiela el alma y provoca irritación, dolor y rabia. La ficción del relato habla al espectador de cosas tan reales y tangibles como sucesos de guerras pasadas y presentes que han generado y generan incidencias repetidas con incomprensible reiteración en escenarios bélicos y de terror, venganza colectiva, criminalidad y otras situaciones regidas por la sinrazón, la demencia y la locura.
La banda sonora, de Juan Navarrete, consta de 20 temas. “Hace mucho, mucho tiempo”, tema inicial, evoca y exalta el ensueño. “El laberinto”, segundo tema, describe un mundo desconocido e inquietante. Son destacables los temas “Ofelia”, que elogia y exalta la inocencia; “Mercedes”, que encarna la generosidad, el valor y la lucha contra los sápatras; “Carmen”, que encarna la fragilidad humana y la sumisión, y otros. La fotografía, de Guillermo Navarro, se beneficia de unos decorados excelentes, un maquillaje acertado y unos escenarios exteriores que oscilan entre los grises de los días de lluvia y el cromatismo de los días serenos. Ofrece una narración visual de tonos tenebristas y sucios (fango, manchas, humedad ...), que hablan de una realidad sombría y cruel.
Las características de la vida colectiva de la comunidad se proyectan en el mundo imaginario, donde rigen elementos inquietantes y temibles como un autoritarismo tan cruel, falaz, inhumano y mortífero como el que encarna el capitán Vidal. Ni el fauno ni Vidal son personas razonables. En los dos habita el mal y los dos reclaman la sangre de inocentes. Los dos mienten, engañan, confunden y abusan de los demás. El fauno tiene partes humanas, extremidades inferiores de cabra y cuernos, es sumamente irascible y históricamente se le identifica con el diablo. También Vidal suma apariencias humanas y comportamientos propios de Satán.
Ofelia es la protagonista del mundo de fantasía. El juego que se establece entre ficción y realidad, fantasía y vivencias personales, sirve al realizador para explicar en términos metafóricos el sentido trágico de una realidad injusta y perversa. El cruce de las miradas airadas del capitán, inocentes de Ofelia, derrotadas de Carmen y reivindicativas de Mercedes (Verdú) se mueve, sobre todo, como un juego insoportable de funciones en desequilibrio. La estética del film extrae emoción y belleza de lo perverso y tenebroso. El relato elogia la inocencia desde la angustia que provoca la constatación siempre sorprendente e incomprensible de su debilidad frente al poder del mal. El mal no sólo habita en el interior de algunas personas, también se mueve con inicua fuerza en sociedades organizadas, incluso bien organizadas para degollar, matar o pervertir la inocencia.
La contraposición de los dos mundos, el real y el fantástico, confiere al film una fuerza notable, que en algunos momentos hiela el alma y provoca irritación, dolor y rabia. La ficción del relato habla al espectador de cosas tan reales y tangibles como sucesos de guerras pasadas y presentes que han generado y generan incidencias repetidas con incomprensible reiteración en escenarios bélicos y de terror, venganza colectiva, criminalidad y otras situaciones regidas por la sinrazón, la demencia y la locura.
La banda sonora, de Juan Navarrete, consta de 20 temas. “Hace mucho, mucho tiempo”, tema inicial, evoca y exalta el ensueño. “El laberinto”, segundo tema, describe un mundo desconocido e inquietante. Son destacables los temas “Ofelia”, que elogia y exalta la inocencia; “Mercedes”, que encarna la generosidad, el valor y la lucha contra los sápatras; “Carmen”, que encarna la fragilidad humana y la sumisión, y otros. La fotografía, de Guillermo Navarro, se beneficia de unos decorados excelentes, un maquillaje acertado y unos escenarios exteriores que oscilan entre los grises de los días de lluvia y el cromatismo de los días serenos. Ofrece una narración visual de tonos tenebristas y sucios (fango, manchas, humedad ...), que hablan de una realidad sombría y cruel.