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Voto de Miquel:
7
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Drama
Mikaël es un artista que alcanza la cima cuando comienza la decadencia de su maestro, el anciano profesor Zoret. Zoret le transmite a Mikaël el secreto de su técnica pictórica. Entonces Mikaël conoce a la Princesa Zamikoff, a la que trata de conquistar por medio de regalos, llegando incluso a robar a Zoret para pagar su carnal y lujuriosa vida con ella. Mikaël abandona a Zoret, cuya salud comienza a fallar, pero también descubre la ... [+]
2 de julio de 2009
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer film importante del realizador Carl Theodor Dreyer (1889-1968). El guión, de Thea von Harbour y C. Th. Dreyer, adapta la novela “Mikaël” (1902), de Herman Bang (1857-1912). Se rueda en los estudios UFA (Neubabelsberg). Producido por Erich Pommer (“El gabinete del Dr. Caligari”, Wiene, 1920) para Universum/UFA, se estrena el 24-IX-1924 (Berlín).
La acción dramática tiene lugar en una gran ciudad alemana no identificada, probablemente Berlín, a lo largo de unos 10 años desde el primer encuentro del muchacho Michael (Slezak) con el afamado pintor Claude Zoret (Christensen). Michael, hijo de una familia modesta, acude al domicilio del maestro Zoret en busca de trabajo como aprendiz. Tras algunas dudas, Zoret lo contrata como modelo y posteriormente lo adopta como protegido, hijo y amante. Convertido en joven pintor, realiza para el maestro la pintura de los ojos del retrato de la princesa arruinada, oportunista y manipuladora, Lucía Zamikoff (Gregor). Zoret mantiene una gran amistad con el crítico de arte Charles Switt (Garrison), antiguo amante. Otros personajes son el mayordomo Jules (Auzinger), Alicia Adelsskjold (Mosheim), su marido y el duque de Monthieu (Aslan). En el presente narrativo Zoret tiene unos 50 años y Michael unos 25.
El film suma drama, romance, homosexualidad y película muda. Se considera perdido hasta que en 1952 se encuentra una copia completa en buen estado. Restaurada por la Fundación F.W. Murnau, se edita en DVD (25-X-2004). Se basa en una historia que recrea el mito clásico de Júpiter, su esposa Juno y la joven Ganímedes. Es la segunda adaptación al cine de la novela de Bang (1). Hacia el final de su vida, Dreyer manifesta que para él es una película importante porque en ella configura las bases de su estilo personal y de su singular visualidad (2). La homosexualidad es tratada con discreción, elegancia y sobreentendidos.
Explica la complejidad del concepto de belleza y las dificultades del proceso creativo. También explica las complejidades del amor, del desseo y de las relaciones afectivas interpersonales, sometidas a fluctuaciones e interrupciones, fuente de felicidad, bienestar y sentimientos de plenitud, así como también causa de desengaños, desilusiones y desesperación. Equipara el amor de pareja heterosexual y homosexual, igualando la infidelidad de Michael con Zoret y la de Alice con su marido.
Una de las innovaciones que ensaya es el cambio de significado de los primeros planos, que dejan de ser descriptivos o puramente estéticos para convertirse en medio de expresión de los sentimientos interiores de los personajes y en recurso al servicio de la implicación del espectador en la acción. El uso habitual en el cine contemporáneo de los primeros planos psicológicos hace difícil identificar y valorar las aportaciones innovadoras del realizador danés.
(Sigue en el espacio destinado a “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en una gran ciudad alemana no identificada, probablemente Berlín, a lo largo de unos 10 años desde el primer encuentro del muchacho Michael (Slezak) con el afamado pintor Claude Zoret (Christensen). Michael, hijo de una familia modesta, acude al domicilio del maestro Zoret en busca de trabajo como aprendiz. Tras algunas dudas, Zoret lo contrata como modelo y posteriormente lo adopta como protegido, hijo y amante. Convertido en joven pintor, realiza para el maestro la pintura de los ojos del retrato de la princesa arruinada, oportunista y manipuladora, Lucía Zamikoff (Gregor). Zoret mantiene una gran amistad con el crítico de arte Charles Switt (Garrison), antiguo amante. Otros personajes son el mayordomo Jules (Auzinger), Alicia Adelsskjold (Mosheim), su marido y el duque de Monthieu (Aslan). En el presente narrativo Zoret tiene unos 50 años y Michael unos 25.
El film suma drama, romance, homosexualidad y película muda. Se considera perdido hasta que en 1952 se encuentra una copia completa en buen estado. Restaurada por la Fundación F.W. Murnau, se edita en DVD (25-X-2004). Se basa en una historia que recrea el mito clásico de Júpiter, su esposa Juno y la joven Ganímedes. Es la segunda adaptación al cine de la novela de Bang (1). Hacia el final de su vida, Dreyer manifesta que para él es una película importante porque en ella configura las bases de su estilo personal y de su singular visualidad (2). La homosexualidad es tratada con discreción, elegancia y sobreentendidos.
Explica la complejidad del concepto de belleza y las dificultades del proceso creativo. También explica las complejidades del amor, del desseo y de las relaciones afectivas interpersonales, sometidas a fluctuaciones e interrupciones, fuente de felicidad, bienestar y sentimientos de plenitud, así como también causa de desengaños, desilusiones y desesperación. Equipara el amor de pareja heterosexual y homosexual, igualando la infidelidad de Michael con Zoret y la de Alice con su marido.
Una de las innovaciones que ensaya es el cambio de significado de los primeros planos, que dejan de ser descriptivos o puramente estéticos para convertirse en medio de expresión de los sentimientos interiores de los personajes y en recurso al servicio de la implicación del espectador en la acción. El uso habitual en el cine contemporáneo de los primeros planos psicológicos hace difícil identificar y valorar las aportaciones innovadoras del realizador danés.
(Sigue en el espacio destinado a “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Otra innovación de Dreyer es el uso del “moving spotlight” (3), o plataforma móvil de luz, que le permite mantener la continuidad del plano cuando los protagonistas se desplazan en el escenario. La plataforma acompaña al movimiento de la cámara de modo que los protagonistas mantienen invariable su iluminación.
La obra constituye uno de los primeros trabajos de cine de cámara, con pocos actores y acción enmarcada en escenarios interiores cerrados. Dreyer se sirve de este recurso para convertir el espacio exterior en un lugar de especial significación: es el lugar del amor, la felicidad, la diversión, el baile, la música... El espacio exterior no se ve (el film contiene sólo 4 planos exteriores), pero se comporta como el opuesto/contrario del espacio interior con el que interactúa generando sugerencias e indicaciones (4).
Hace uso de símbolos, paralelismos, analogías y equivalencias, que confieren densidad al relato y profundidad al argumento. La manipulación interesada que hace la princesa Zamiroff de Michael tiene su reflejo en los muñecos de Chaplin, Mary Pickford, Leo Chaney y otros. El número de ballet de “El lago de los cisnes”, de Tchaikovsky, evoca romance, decepción, desilusión y muerte. El espíritu saturado de arte de Zoret (antiguo, clásico y moderno) tiene su correspondencia en la decoración de la casa, de la misma manera que la decoración del apartamento de Michael habla de su limitada afición al arte, que sólo ocupa el taller. Hace uso de imágenes simbólicas (la muerte) y religiosas (pequeño crucifijo sin cruz y gran crucifijo con cruz). Algunos objetos evocan significados de especial relevancia, como los bocetos argelinos, que recuerdan una etapa de suma felicidad de Zoret y Michael. Representa la desolación a través de la soledad, el abandono, la enfermedad, la ingratitud y la pérdida de los recuerdos de los días felices (bocetos argelinos).
Dreyer dice al espectador que Zoret es un gran pintor y éste crédulamente lo acepta. Las tres pinturas que muestra, “Vencedor”, “Job” y “Retrato de Lucía”, son telas detestables.
La banda sonora de 2004, del pianista Neal Kurz, glosa el amor y la desolación. Lo hace con intensidad, fuerza y melodías de gran modernidad. La fotografía, de Karl Freund y Rudolph Maté, crea composiciones meticulosas y detallistas, construye una visualidad expresionista muy personal y se beneficia de unos decorados excelentes del arquitecto Hugo Häring. Un hábil juego de planos iniciales sugiere que a Michael y la princesa, que no se conocen, les va a unir el destino.
(1) La primera adaptación se titula “The Wings” (1916) y la realiza Mauritz Stiller.
(2) Michel DELAHAYE, “Entre el cielo y la tierra”, entrevista a C. Th. Dreyer, ‘Cahiers du Cinéma’, nº 170, septiembre 1965.
(3) JIM’S REVIEWS, “Michael” (C.Th. Dreyer, 1924), jclarkmedia.com, enero 2005.
(4) Ángel SANTOS TOUZA, “Mikaël”, Miradas de cine, nº 40, julio 2005.
La obra constituye uno de los primeros trabajos de cine de cámara, con pocos actores y acción enmarcada en escenarios interiores cerrados. Dreyer se sirve de este recurso para convertir el espacio exterior en un lugar de especial significación: es el lugar del amor, la felicidad, la diversión, el baile, la música... El espacio exterior no se ve (el film contiene sólo 4 planos exteriores), pero se comporta como el opuesto/contrario del espacio interior con el que interactúa generando sugerencias e indicaciones (4).
Hace uso de símbolos, paralelismos, analogías y equivalencias, que confieren densidad al relato y profundidad al argumento. La manipulación interesada que hace la princesa Zamiroff de Michael tiene su reflejo en los muñecos de Chaplin, Mary Pickford, Leo Chaney y otros. El número de ballet de “El lago de los cisnes”, de Tchaikovsky, evoca romance, decepción, desilusión y muerte. El espíritu saturado de arte de Zoret (antiguo, clásico y moderno) tiene su correspondencia en la decoración de la casa, de la misma manera que la decoración del apartamento de Michael habla de su limitada afición al arte, que sólo ocupa el taller. Hace uso de imágenes simbólicas (la muerte) y religiosas (pequeño crucifijo sin cruz y gran crucifijo con cruz). Algunos objetos evocan significados de especial relevancia, como los bocetos argelinos, que recuerdan una etapa de suma felicidad de Zoret y Michael. Representa la desolación a través de la soledad, el abandono, la enfermedad, la ingratitud y la pérdida de los recuerdos de los días felices (bocetos argelinos).
Dreyer dice al espectador que Zoret es un gran pintor y éste crédulamente lo acepta. Las tres pinturas que muestra, “Vencedor”, “Job” y “Retrato de Lucía”, son telas detestables.
La banda sonora de 2004, del pianista Neal Kurz, glosa el amor y la desolación. Lo hace con intensidad, fuerza y melodías de gran modernidad. La fotografía, de Karl Freund y Rudolph Maté, crea composiciones meticulosas y detallistas, construye una visualidad expresionista muy personal y se beneficia de unos decorados excelentes del arquitecto Hugo Häring. Un hábil juego de planos iniciales sugiere que a Michael y la princesa, que no se conocen, les va a unir el destino.
(1) La primera adaptación se titula “The Wings” (1916) y la realiza Mauritz Stiller.
(2) Michel DELAHAYE, “Entre el cielo y la tierra”, entrevista a C. Th. Dreyer, ‘Cahiers du Cinéma’, nº 170, septiembre 1965.
(3) JIM’S REVIEWS, “Michael” (C.Th. Dreyer, 1924), jclarkmedia.com, enero 2005.
(4) Ángel SANTOS TOUZA, “Mikaël”, Miradas de cine, nº 40, julio 2005.