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Voto de Miquel:
8
5 de enero de 2009
62 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercer largometraje de Rossellini (1906-77) protagonizado por Ingrid Bergman. Escriben el guión Vitaliano Bracanti, Antonio Pietrangeli y R. Rossellini. Se rueda en escenarios naturales de Campania y en los platós de Titanus Studios (Roma). Producido por Adolfo Fossataro, Alfredo Guarini y R. Rossellini para Sveva Films e Italia Films (Roma) y Les Films d’Ariane y Francinex (Paris), se estrena el 7-IX-1954 (Italia).
La acción dramática tiene lugar a lo largo de 3 o 4 días del invierno de 1954, en Nápoles, Capri, Pompeya y alrededores. Alexander “Alex” Joyce (Sanders), armador londinense, y su esposa Katherine (Bergman), casados desde hace 8 años, viajan en coche desde Londres a Nápoles para gestionar la venta de una villa en el campo que han heredado del tío Mitchel. Ambos son ingleses, gozan de una posición económica acomodada, son cultos y refinados. Ella, de unos 40 años, desea visitar los museos, monumentos, catacumbas y lugares históricos. También desea recorrer el paisaje y conocer de cerca el Vesubio. Él, próximo a los 50 años, prefiere pasar unos días de descanso en Capri junto a unos amigos, flirtear con una antigua conocida, salir de noche y entretenerse con una chica de pago (Proclemer).
El film es un drama con elementos de comedia y de documental. Es una obra singular e innovadora, que se separa del movimiento neorrealista impulsado por Rossellini, para focalizar la atención en el análisis del mundo interior de los personajes, de sus emociones íntimas, sus sentimientos, deseos e impulsos. A Rossellini le sigue preocupando la exploración de la realidad, sigue siendo un autor realista, pero su maduración como cineasta ha propiciado una evolución que le ha desplazado el foco de atención a la realidad interior del ser humano. La nueva etapa del autor prepara el camino de lo que será la “nouvelle vague”, se adelanta a “Al final de la escapada” (Godard, 1960) y prefigura el advenimiento del cine moderno.
Opta por un cine sencillo, sobrio e intimista, en el que lo más importante es la mirada del espectador. La imagen ocupa espacios reservados en trabajos anteriores a la palabra, el diálogo, la banda sonora, el sonido ambiental. A través de la imagen explica el estado de ánimo de los protagonistas: los gestos exteriorizan la intimidad de los personajes, el entorno cumple funciones de descripción de sentimientos y deseos, etc.
La imagen adquiere una nueva centralidad y gran trascendencia dentro del conjunto de los recursos expresivos. Con imágenes sugiere la distancia que separa a Alex de Katherine, la gran turbación emocional que afecta a Katherine (visita al Museo Arqueológico de Nápoles), los pensamientos que la embargan durante su paseo en coche por la ciudad, la frustración que siente por su rechazo de la maternidad, etc. La breve aventura de Alex en Capri se salda en fracaso, soledad y desolación (bar de copas, prostituta...).
(Sigue en el "spoiler" sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar a lo largo de 3 o 4 días del invierno de 1954, en Nápoles, Capri, Pompeya y alrededores. Alexander “Alex” Joyce (Sanders), armador londinense, y su esposa Katherine (Bergman), casados desde hace 8 años, viajan en coche desde Londres a Nápoles para gestionar la venta de una villa en el campo que han heredado del tío Mitchel. Ambos son ingleses, gozan de una posición económica acomodada, son cultos y refinados. Ella, de unos 40 años, desea visitar los museos, monumentos, catacumbas y lugares históricos. También desea recorrer el paisaje y conocer de cerca el Vesubio. Él, próximo a los 50 años, prefiere pasar unos días de descanso en Capri junto a unos amigos, flirtear con una antigua conocida, salir de noche y entretenerse con una chica de pago (Proclemer).
El film es un drama con elementos de comedia y de documental. Es una obra singular e innovadora, que se separa del movimiento neorrealista impulsado por Rossellini, para focalizar la atención en el análisis del mundo interior de los personajes, de sus emociones íntimas, sus sentimientos, deseos e impulsos. A Rossellini le sigue preocupando la exploración de la realidad, sigue siendo un autor realista, pero su maduración como cineasta ha propiciado una evolución que le ha desplazado el foco de atención a la realidad interior del ser humano. La nueva etapa del autor prepara el camino de lo que será la “nouvelle vague”, se adelanta a “Al final de la escapada” (Godard, 1960) y prefigura el advenimiento del cine moderno.
Opta por un cine sencillo, sobrio e intimista, en el que lo más importante es la mirada del espectador. La imagen ocupa espacios reservados en trabajos anteriores a la palabra, el diálogo, la banda sonora, el sonido ambiental. A través de la imagen explica el estado de ánimo de los protagonistas: los gestos exteriorizan la intimidad de los personajes, el entorno cumple funciones de descripción de sentimientos y deseos, etc.
La imagen adquiere una nueva centralidad y gran trascendencia dentro del conjunto de los recursos expresivos. Con imágenes sugiere la distancia que separa a Alex de Katherine, la gran turbación emocional que afecta a Katherine (visita al Museo Arqueológico de Nápoles), los pensamientos que la embargan durante su paseo en coche por la ciudad, la frustración que siente por su rechazo de la maternidad, etc. La breve aventura de Alex en Capri se salda en fracaso, soledad y desolación (bar de copas, prostituta...).
(Sigue en el "spoiler" sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aficionado a los contrastes, Rossellini combina la planificación cuidadosa y la improvisación (la que impone a Sanders), la ficción y el documental, el pasado y el presente, lo cotidiano y lo permanente, etc. El choque entre el proyecto de un divorcio y la recuperación imprevista de la figura de una pareja de amantes abrazados bajo la vieja lava de Pompeya durante casi dos mil años (desde el año 79 DC), provoca una crisis de estrés emocional en la mujer que ha contemplado la operación. En coherencia con la visualidad narrativa, adquieren gran importancia los escenarios de la acción. Tanto es así que algunos especialistas han calificado el film como obra de escenarios. Entre ellos cabe mencionar la Cueva de la Sibila, las ruinas del Templo de Apolo, los sucesivos planos del Vesubio, el paisaje de las “arenas ardientes”, la sala Farnese del Museo de Nápoles, el paisaje de Capri, etc.
Los temas que se abordan en el film son la fragilidad del amor de pareja, la influencia del entorno en el mismo, los altibajos naturales a los que está sometido, la conveniencia de cuidarlo y de sacrificarse por él, la brevedad de la vida humana, la trascendencia de la cultura clásica y la historia antigua, la importancia del conocimiento del pasado, el poder transformador del arte, la importancia de la relativización de los sentimientos e impulsos humanos, la futilidad del resentimiento y de los celos, los riesgos del aburrimiento y la soledad, la virtualidad del contacto con la naturaleza, el paso inexorable del tiempo, etc.
Son notables las interpretaciones estelares de los dos protagonistas. Ingrid Bergman protagonizó otros 4 films de Rossellini (“Stromboli”, “Europa 51”, “Juana de Arco” y “Ya no creo en el amor”) y un episodio de “Nosotras las mujeres” (1953). El estreno del film se vio acompañado de un fracaso de público y crítica. Jacques Rivette lo reivindicó y elogió en las páginas de “Cahiers du Cinéma”.
La música, de Renzo Rossellini, ofrece una partitura original de acompañamiento y refuerzo de las imágenes, a la que añade varias canciones tradicionales napolitanas que enriquecen la ambientación. La fotografía, de Enzo Serafín y Aldo Scavarda, en B/N, elabora una narración visual que presta atención a la gestualidad, los detalles de la decoración y el diseño de los escenarios (frío en el interior de la casa de la villa, desolado en el bar de copas, artificioso en la casa del duque, aburrido en Capri, etc.).
La película invita al espectador a observar, profundizar en el relato más allá de las apariencias superficiales y reflexionar. Obra innovadora y experimental. Film de culto.
Los temas que se abordan en el film son la fragilidad del amor de pareja, la influencia del entorno en el mismo, los altibajos naturales a los que está sometido, la conveniencia de cuidarlo y de sacrificarse por él, la brevedad de la vida humana, la trascendencia de la cultura clásica y la historia antigua, la importancia del conocimiento del pasado, el poder transformador del arte, la importancia de la relativización de los sentimientos e impulsos humanos, la futilidad del resentimiento y de los celos, los riesgos del aburrimiento y la soledad, la virtualidad del contacto con la naturaleza, el paso inexorable del tiempo, etc.
Son notables las interpretaciones estelares de los dos protagonistas. Ingrid Bergman protagonizó otros 4 films de Rossellini (“Stromboli”, “Europa 51”, “Juana de Arco” y “Ya no creo en el amor”) y un episodio de “Nosotras las mujeres” (1953). El estreno del film se vio acompañado de un fracaso de público y crítica. Jacques Rivette lo reivindicó y elogió en las páginas de “Cahiers du Cinéma”.
La música, de Renzo Rossellini, ofrece una partitura original de acompañamiento y refuerzo de las imágenes, a la que añade varias canciones tradicionales napolitanas que enriquecen la ambientación. La fotografía, de Enzo Serafín y Aldo Scavarda, en B/N, elabora una narración visual que presta atención a la gestualidad, los detalles de la decoración y el diseño de los escenarios (frío en el interior de la casa de la villa, desolado en el bar de copas, artificioso en la casa del duque, aburrido en Capri, etc.).
La película invita al espectador a observar, profundizar en el relato más allá de las apariencias superficiales y reflexionar. Obra innovadora y experimental. Film de culto.