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Voto de Miquel:
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Intriga. Thriller
Un hombre que es buscado por la policía, acusado de haber matado al marido de su amante, se refugia en casa de su amiga Eve, a la que confiesa que la verdadera asesina es su amante, la actriz Charlotte Inwood. Eve decide investigar por su cuenta, pero cuando conoce al detective encargado del caso comienza a enamorarse...
31 de mayo de 2009
41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film rodado íntegramente en Londres por Alfred Hitchcock (1899-1980). El guión, de Whitfield Cook, Alma Reville (adaptación), James Birdie (diálogos adicionales) y Ronald MacDougal (no acreditado), adapta el relato breve “Man Running” (1948), del novelista británico Selwyn Jepson (1899-1989), publicado en EEUU bajo el título “Outrun the Constable”. Se rueda en escenarios reales de Londres y en los Elstree Studios (Londres). Producido por Hitchcock para la Warner, se estrena el 23-II-1950 (NYC).
La acción dramática tiene lugar en Londres a lo largo de unos pocos días de 1949. Eva Gill (Wyman), estudiante de arte dramático, hija de padres separados, secretamente enamorada del joven actor Jonathan Cooper (Todd), perseguido por la policía como presunto autor de un asesinato, lo acoge y oculta en las casas de sus padres. Convencida de su inocencia, emprende una investigación de los hechos que la lleva a conocer al joven inspector de policía Wilfred O. Smith (Wilding) y a relacionarse con la diva del music-hall Charlotte Inwood (Dietrich). Eva es bondadosa, ingenua, crédula, generosa e inteligente. Jonathan es un joven actor de la compañía de Charlotte, de la que es amante. Da muestras de un fuerte estrés emocional. Charlotte es manipuladora, pérfida y egocéntrica.
El film suma crimen, misterio, intriga y thriller. Se apoya en un elenco exclusivamente británico, con las únicas excepciones de Jane Wyman, recién galardonada con el Oscar por su papel en “Belinda”, y la siempre llamativa Marlene Dietrich. La obra fue recibida con polémica, hoy prácticamente superada, como consecuencia de basar el desarrollo de la intriga en una mentira o, más propiamente, en una interpretación errónea de unos hechos. El relato de los mismos contiene elementos de exageración y de tergiversación bastante obvios, a lo que se añaden indicaciones por parte del realizador sobre la subjetividad alterada del que los narra, distorsionándolos en beneficio propio. Son indicios de falsedad de lo que se explica sobre el asesinato la extensión inverosímil y la densidad de la mancha de sangre del vestido. Son indicios de la subjetividad no fiable del personaje los dos cuadros, uno alargado y otro regular, que cuelgan de la sala de estar del que narra los hechos. Ambos cuadros reproducen imágenes surrealistas que componen realidades absurdas y atormentadas.
La historia se desarrolla a buen ritmo, los diálogos son fluidos y la puesta en escena es excelente. Los personajes se presentan bien definidos, en especial los de Eva, Jonathan, Charlotte, Wilfred Smith, comodoro Gill (padre de Eva) y otros. La cinta está impregnada de un humor basado en la ironía, sutilezas, malentendidos, confusiones, excentricidades, suplantaciones de identidad y algunas burlas, como las que dedica a la hipocresía, la estupidez y la locuacidad excesiva.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en Londres a lo largo de unos pocos días de 1949. Eva Gill (Wyman), estudiante de arte dramático, hija de padres separados, secretamente enamorada del joven actor Jonathan Cooper (Todd), perseguido por la policía como presunto autor de un asesinato, lo acoge y oculta en las casas de sus padres. Convencida de su inocencia, emprende una investigación de los hechos que la lleva a conocer al joven inspector de policía Wilfred O. Smith (Wilding) y a relacionarse con la diva del music-hall Charlotte Inwood (Dietrich). Eva es bondadosa, ingenua, crédula, generosa e inteligente. Jonathan es un joven actor de la compañía de Charlotte, de la que es amante. Da muestras de un fuerte estrés emocional. Charlotte es manipuladora, pérfida y egocéntrica.
El film suma crimen, misterio, intriga y thriller. Se apoya en un elenco exclusivamente británico, con las únicas excepciones de Jane Wyman, recién galardonada con el Oscar por su papel en “Belinda”, y la siempre llamativa Marlene Dietrich. La obra fue recibida con polémica, hoy prácticamente superada, como consecuencia de basar el desarrollo de la intriga en una mentira o, más propiamente, en una interpretación errónea de unos hechos. El relato de los mismos contiene elementos de exageración y de tergiversación bastante obvios, a lo que se añaden indicaciones por parte del realizador sobre la subjetividad alterada del que los narra, distorsionándolos en beneficio propio. Son indicios de falsedad de lo que se explica sobre el asesinato la extensión inverosímil y la densidad de la mancha de sangre del vestido. Son indicios de la subjetividad no fiable del personaje los dos cuadros, uno alargado y otro regular, que cuelgan de la sala de estar del que narra los hechos. Ambos cuadros reproducen imágenes surrealistas que componen realidades absurdas y atormentadas.
La historia se desarrolla a buen ritmo, los diálogos son fluidos y la puesta en escena es excelente. Los personajes se presentan bien definidos, en especial los de Eva, Jonathan, Charlotte, Wilfred Smith, comodoro Gill (padre de Eva) y otros. La cinta está impregnada de un humor basado en la ironía, sutilezas, malentendidos, confusiones, excentricidades, suplantaciones de identidad y algunas burlas, como las que dedica a la hipocresía, la estupidez y la locuacidad excesiva.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La intriga mantiene al espectador interesado y atento a secuencias tan variadas como las del teatro, la feria benéfica, la casa del padre junto al mar, la casa pomposa de la madre, el camerino de Charlotte, etc. El realizador se complace en mostrar al público adelantos técnicos de última generación (cristal de seguridad del coche y cortina de seguridad contra incendios del teatro). No olvida algunas de sus principales aficiones, como los coches deportivos descapotables, los coches a la carrera, vestido blanco, el cameo propio, etc. Incorpora algunas de sus figuras dramáticas más gratas: personaje que investiga un crimen por cuenta propia, mujer rubia espléndida, locura, subtrama romántica, etc. Demuestra su amor a la ciudad de Londres a través de amplias panorámicas y detalles como el Big Ben, la torre de Westminster, autobuses de 2 pisos, etc.
La obra forma parte de las tres películas que realiza para la Warner en homenaje a los tres medios de representación dramática: teatro (“Pánico en la escena”, 1950), cine (“Extraños en un tren”, 1951) y televisión (“Crimen perfecto”, 1954). La simpatía por el teatro se demuestra a través de las imágenes y de la acción. Eva, estudiante de teatro, en sus tareas de investigación hace uso de sus habilidades interpretativas: realiza papeles tan diversos como los de actriz en el escenario, periodista, asistente doméstica de cámara, joven aventurera, hija responsable, etc. El vestuario de Dietrich es de Christian Dior. Debuta en el film la hija del realizador, Patricia Hitchcock.
La banda sonora, de Leighton Lucas, aporta composiciones que suscitan sentimientos de intriga, tensión y angustia (percusiones de ritmos variables), pasajes románticos y fragmentos festivos (feria benéfica). Entre los pasajes románticos destaca la composición dedicada a Eva (“Eve’s Rapsody”) para piano solo. Añade canciones del momento (“The Laziat Gal in Town”, de Cole Porter; “La vie en rose”, de Edith Piaf...), corales (“In Grandma’s Day”) y de acordeón (“Spring Song”, de Mendelssohn). La fotografía, del Wilkie Cooper (“Vivir un gran amor”, Dmytryk, 1954), en B/N, ofrece un preciso y diligente trabajo de cámara, planos largos, encuadres de detalle, perspectivas generales y numerosas imágenes de la sala, escenario, camerinos, sótanos, almacenes, tramoya, etc. del teatro, al que rinde un cálido homenaje de admiración.
La obra forma parte de las tres películas que realiza para la Warner en homenaje a los tres medios de representación dramática: teatro (“Pánico en la escena”, 1950), cine (“Extraños en un tren”, 1951) y televisión (“Crimen perfecto”, 1954). La simpatía por el teatro se demuestra a través de las imágenes y de la acción. Eva, estudiante de teatro, en sus tareas de investigación hace uso de sus habilidades interpretativas: realiza papeles tan diversos como los de actriz en el escenario, periodista, asistente doméstica de cámara, joven aventurera, hija responsable, etc. El vestuario de Dietrich es de Christian Dior. Debuta en el film la hija del realizador, Patricia Hitchcock.
La banda sonora, de Leighton Lucas, aporta composiciones que suscitan sentimientos de intriga, tensión y angustia (percusiones de ritmos variables), pasajes románticos y fragmentos festivos (feria benéfica). Entre los pasajes románticos destaca la composición dedicada a Eva (“Eve’s Rapsody”) para piano solo. Añade canciones del momento (“The Laziat Gal in Town”, de Cole Porter; “La vie en rose”, de Edith Piaf...), corales (“In Grandma’s Day”) y de acordeón (“Spring Song”, de Mendelssohn). La fotografía, del Wilkie Cooper (“Vivir un gran amor”, Dmytryk, 1954), en B/N, ofrece un preciso y diligente trabajo de cámara, planos largos, encuadres de detalle, perspectivas generales y numerosas imágenes de la sala, escenario, camerinos, sótanos, almacenes, tramoya, etc. del teatro, al que rinde un cálido homenaje de admiración.