US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de Miquel:
29 de abril de 2006
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Alan J. Pakula, es la tercera y última colaboración del realizador con Jane Fonda ("Klute", 1971, y "Llega un jinete libre y salvaje", 1978). Se rodó en NY (American Museum Of National History, Levittown, State University Of NY y Astoria Motions Picture And Television Center). Fue nominada al Razzie Award (peor actor). El productor fue Bruce Gilbert. Se estrenó el 11-XII-1981.
La acción tiene lugar en NY y en Arabia Saudita en 1980/81. Narra la historia de Lee Winters (Jane Fonda), antigua actriz de éxito, casada con el presidente de una corporación bancaria, Charles Winters, asesinado mientras trabaja en su despacho. Dispuesta a salvaguardar la fortuna que ha heredado, contrata los servicios de un experto, Hubber Smith (Kris Kristofferson).
La película constituye un documento de singular valor, que da testimonio de las ansiedades y paranoyas que dominaban el mundo occidental durante la segunda mitad de los 70 y primeros 80, tras las crisis del petróleo de 1973/74 y 1979. La energía dejó de ser barata poruqe el crecimiento de su demanda era mayor que el de su producción y porque las reservas disponibles de curdo eran limitadas. El alza de los precios no responde ni a conspiraciones ni a manipulaciones. El desarrollo económico occidental de los 60 evidenció la escasez de las fuentes naturales de energía en un mundo que vivía sumido en la falsa ilusión de su disponibilidad ilimitada. Causas similares 30 años más tarde (2004 y siguientes) determinan nuevas elevaciones de los precios del petróleo. Los hechos han demostrado que no caben conspiraciones financieras internacionales provocadas por manejos financieros de los excedentes del petróleo. Los países productores y los consumidores, como dice Maxwell Emery (Hume Cronyn) "tienen intereses comunes". A destacar las singulars imágenes del desierto y de la entrevista con un magnate saudí del petróleo.
La música se basa en variaciones sobre un tema central que se repite en fragmentos rítmicos y bailables, composiciones de viento y percusión y fragmentos disonantes de gran dramatismo. La fotografía presenta una narración de gran belleza, que hace uso de contraluces brillantes, claroscuros de acertada composición, colores predominantemente oscuros (marrones, azules y negros) y escenarios escasamente iluminados, en coherencia con el sentido opresivo de la acción. Es destacable la singular virtud de la obra, insólita en cine, de mostrar pintura de firmas como Willem de Kooning, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Frank Stella, Adolph Gottlieb, el español Esteban Vicente y otros. El guión refleja los temores y ansiedades sociales de los 70 y primeros 80. La interpetación de Fonda es sólida y convincente. La dirección crea una obra de intriga y conspiraciones, que ha envejecido hasta el anacronismo.
La película muestra una magnífica galería de pintura americana (pop art y expresionismo abstracto). Entretenida e interesante, especialmente para estudiosos de historia económica y social.
La acción tiene lugar en NY y en Arabia Saudita en 1980/81. Narra la historia de Lee Winters (Jane Fonda), antigua actriz de éxito, casada con el presidente de una corporación bancaria, Charles Winters, asesinado mientras trabaja en su despacho. Dispuesta a salvaguardar la fortuna que ha heredado, contrata los servicios de un experto, Hubber Smith (Kris Kristofferson).
La película constituye un documento de singular valor, que da testimonio de las ansiedades y paranoyas que dominaban el mundo occidental durante la segunda mitad de los 70 y primeros 80, tras las crisis del petróleo de 1973/74 y 1979. La energía dejó de ser barata poruqe el crecimiento de su demanda era mayor que el de su producción y porque las reservas disponibles de curdo eran limitadas. El alza de los precios no responde ni a conspiraciones ni a manipulaciones. El desarrollo económico occidental de los 60 evidenció la escasez de las fuentes naturales de energía en un mundo que vivía sumido en la falsa ilusión de su disponibilidad ilimitada. Causas similares 30 años más tarde (2004 y siguientes) determinan nuevas elevaciones de los precios del petróleo. Los hechos han demostrado que no caben conspiraciones financieras internacionales provocadas por manejos financieros de los excedentes del petróleo. Los países productores y los consumidores, como dice Maxwell Emery (Hume Cronyn) "tienen intereses comunes". A destacar las singulars imágenes del desierto y de la entrevista con un magnate saudí del petróleo.
La música se basa en variaciones sobre un tema central que se repite en fragmentos rítmicos y bailables, composiciones de viento y percusión y fragmentos disonantes de gran dramatismo. La fotografía presenta una narración de gran belleza, que hace uso de contraluces brillantes, claroscuros de acertada composición, colores predominantemente oscuros (marrones, azules y negros) y escenarios escasamente iluminados, en coherencia con el sentido opresivo de la acción. Es destacable la singular virtud de la obra, insólita en cine, de mostrar pintura de firmas como Willem de Kooning, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Frank Stella, Adolph Gottlieb, el español Esteban Vicente y otros. El guión refleja los temores y ansiedades sociales de los 70 y primeros 80. La interpetación de Fonda es sólida y convincente. La dirección crea una obra de intriga y conspiraciones, que ha envejecido hasta el anacronismo.
La película muestra una magnífica galería de pintura americana (pop art y expresionismo abstracto). Entretenida e interesante, especialmente para estudiosos de historia económica y social.
