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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama Esta película plantea los problemas que surgen al convivir con otra persona. Relato de cinco momentos en la vida de una pareja de hoy en día. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2005
28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película coescrita y dirigida por François Ozon, rodada en Francia e Italia en dos tandas separadas por un receso de cinco meses. Fue nominada al León de Oro de Vencia y al premio a la mejor actriz de los European Film Awards.

La acción tiene lugar entre el verano de 1999 y febrero de 2003, en Francia e Italia. Cuenta la historia de la pareja formada por Marion (Valeria Bruni-Tedeschi) y Gilles (Stephan Freiss), distribuída en cinco episodios que se presentan en orden cronológico inverso (divorcio, debate sobre la fidelidad, nacimiento del hijo, boda y primer encuentro). La narración, bien trabajada, explora las relaciones amorosas, su evolución y su degradación en una pareja de treintañeros. El autor deliberadamente deja sombras, sugiere dudas y plantea preguntas sobre las causas y el significado de diversos acontecimientos básicos para la comprensión de la relación de pareja, sus dificultades, desavenencias y ruptura amistosa. Marion y Gilles no forman una pareja fuertemente unida y su convivencia se ve sacudida por algunas infidelidades, desencuentros (Gilles no asiste al parto de Marion), inseguridades del protagonista, inapetencia de Marion, carácter reservado de ambos y la distancia que progresivamente les separa. El único intento de Gilles para recomponer la intimidad y la ilusión perdida se resuelve en una triste escena de sodomización de Marion, que al no poder evitarla, la soporta envuelta en lágrimas silenciosas, resignadas y dolorosas. El autor deja interrogantes que invitan al espectador a interpretar la existencia o no de inclinaciones homosexuales de Gilles y de sus posibles tendencias sadomasoquistas, la frigidez de Marion y sus secretos voyerismo y exhibicionismo, la falta de satisfacción sexual mútua. La narración se desarrolla a ritmo pausado, elegante, lírico y sugerente, acorde con el estilo de Ozon.

La música, compuesta y dirigida por Philippe Bombi, ofrece acertados solos de guitarra y piano, y fragmentos orquestales, que se acompañan de canciones inolvidables de los años 60. "Una lacrima sul viso", de Bobby Solo, se superpone a las lágrimas de Marion. Es emocionante el recuerdo de The Platters y Nico Fidenco. La fotografía aporta un recital de composiciones de gran belleza, con combinaciones de luces variadas, claroscuros maravillosos (el móvil recortado sobre la oscuridad que usa Gilles para llamar a Marion horas después del parto), la espléndida escena de amor de Gilles y su antigua compañera en la habitación del hotel, la esplendorosa belleza física de Marion. El guión, bien elaborado y rico en matices, seduce enseñando y ocultando, jugando con el espectador e invitándole a completar la historia. La dirección profundiza en la personalidad de los protagonistas, pero acertadamente no cierra el análisis: lo deja abierto con sugerencias y ambigüedades llenas de sutilezas.

Película muy correcta, de narración excelente, bien interpretada, de gran belleza visual y sonora, sugestiva y sugerente.
Miquel
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