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Drama
Philippe (Paul Gegauff) incita a su mujer Esther (Danielle Gegauff), a tener affaires con otros hombres, dando un giro a la relación que supondrá el alejamiento continuo. No es que ella se acueste con otros hombres cuando él claramente esperaba que no lo hiciera, sino que en lugar de tomar las ideas de él, empieza a tomarlas también de sus amantes y así, gradualmente, su dependencia de Philippe disminuye. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2008
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film de Chabrol perteneciente a la época (1969-79) que dedica preferentemente a relatos sobre conflictos domésticos, crímenes y misterio. Escribe el guión el dramaturgo Paul Gégauff (“A pleno sol”, Clément, 1960), que interviene como protagonista, junto a su antigua esposa y su hija. Se rueda en la campiña francesa y en Paris. Producido por André Génovès, se estrena el 15-I-1975 (Francia).
La acción dramática tiene lugar en una localidad indeterminada de la campiña francesa y en Paris, a lo largo de unos 2 años, en 1972-74. Philippe (Paul Gégauff) y Esther (Danièle Gégauff), casados desde hace 8 años, son padres de una niña de 6 años, Elise (Clemence Gégauff), y viven en una casona del campo. De posición acomodada, Philippe se dedica a la arboricultura y a la gestión de la finca agrícola, mientras ella lleva la casa con la ayuda de una empleada del hogar. Philippe sintoniza con los cambios culturales que se han impuesto a lo largo de los 60 y es partidario del amor libre. De temperamento dominante y autoritario, es culto, buen conversador, de gustos refinados y elitistas. Con frecuencia, especialmente los fines de semana, bebe más de la cuenta. Esther es manejable, influenciable y sensible, tenaz e inteligente.
El film desarrolla un drama familiar que afecta a una pareja de hecho con 8 años de convivencia en un clima de armonía y felicidad. La pasión inicial comparte su espacio con el afecto y el interés común por la hija. El factor desencadenante de la acción y del drama viene dado por la propuesta que Philippe hace a Esther de que tenga relaciones amorosas esporádicas con otros hombres, de acuerdo con los principios del amor libre. La propuesta oculta en el fondo una treta basada en un juicio erróneo: Philippe cree que Esther, al sentirse más libre, le estará más agradecida y aumentará su dependencia respecto de él.
El desarrollo de la acción permite al realizador explorar los efectos sobre la pareja de los comportamientos egoístas y egocéntricos de uno de los cónyuges, con especial atención a sus manifestaciones posesivas, represivas y destructivas. También explora los efectos del comportamiento autoritario e intolerante dentro de la pareja. Es motivo de especial preocupación el análisis de los efectos sobre la convivencia de las manifestaciones en el hombre, a partir de la media edad, de episodios ocasionales de frigidez e impotencia. Frente a ellos el varón suele reacciona buscando falsos recursos de mayor excitación. En otras ocasiones tiende a sublimar y compensar su frustración incrementando la agresividad respecto de la pareja. Analiza la emergencia potencial, en estas circunstancias, de conductas desequilibradas y patológicas que asocian sexo con humillación y con prácticas de violencia física.
La acción dramática tiene lugar en una localidad indeterminada de la campiña francesa y en Paris, a lo largo de unos 2 años, en 1972-74. Philippe (Paul Gégauff) y Esther (Danièle Gégauff), casados desde hace 8 años, son padres de una niña de 6 años, Elise (Clemence Gégauff), y viven en una casona del campo. De posición acomodada, Philippe se dedica a la arboricultura y a la gestión de la finca agrícola, mientras ella lleva la casa con la ayuda de una empleada del hogar. Philippe sintoniza con los cambios culturales que se han impuesto a lo largo de los 60 y es partidario del amor libre. De temperamento dominante y autoritario, es culto, buen conversador, de gustos refinados y elitistas. Con frecuencia, especialmente los fines de semana, bebe más de la cuenta. Esther es manejable, influenciable y sensible, tenaz e inteligente.
El film desarrolla un drama familiar que afecta a una pareja de hecho con 8 años de convivencia en un clima de armonía y felicidad. La pasión inicial comparte su espacio con el afecto y el interés común por la hija. El factor desencadenante de la acción y del drama viene dado por la propuesta que Philippe hace a Esther de que tenga relaciones amorosas esporádicas con otros hombres, de acuerdo con los principios del amor libre. La propuesta oculta en el fondo una treta basada en un juicio erróneo: Philippe cree que Esther, al sentirse más libre, le estará más agradecida y aumentará su dependencia respecto de él.
El desarrollo de la acción permite al realizador explorar los efectos sobre la pareja de los comportamientos egoístas y egocéntricos de uno de los cónyuges, con especial atención a sus manifestaciones posesivas, represivas y destructivas. También explora los efectos del comportamiento autoritario e intolerante dentro de la pareja. Es motivo de especial preocupación el análisis de los efectos sobre la convivencia de las manifestaciones en el hombre, a partir de la media edad, de episodios ocasionales de frigidez e impotencia. Frente a ellos el varón suele reacciona buscando falsos recursos de mayor excitación. En otras ocasiones tiende a sublimar y compensar su frustración incrementando la agresividad respecto de la pareja. Analiza la emergencia potencial, en estas circunstancias, de conductas desequilibradas y patológicas que asocian sexo con humillación y con prácticas de violencia física.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Chabrol presenta una crónica sucinta pero elocuente de la vida en el campo y de sus ventajas. Estudia la contraposición de la vida en el campo y en la gran ciudad, sede de mayores oportunidades de ocio, relaciones, contactos, consumo de servicios, etc. Esboza un retrato de la vida social de las personas de media edad que en los años 70 se ven afectadas por la difusión de nuevas costumbres, como la promiscuidad, las borracheras de fin de semana y el consumo de droga. Explica con delectación los cambios que el uso de la libertad produce en Esther: descubre nuevos horizontes, se interesa en desarrollar sus aptitudes, adquiere afanes de mayor independencia y entiende que ésta se ha de basar en el ejercicio profesional y en la obtención autónoma de ingresos. Más allá de la ruindad de las propuestas de Philippe, el acceso de Esther al ejercicio de la libertad despierta en ella afanes de superación, ansias de mayor libertad y deseos de asegurar su independencia mediante un trabajo remunerado y estable. Contrasta el despliegue de las habilidades de Esther con la acumulación de torpezas de Paul, que en las últimas líneas del texto se desvelan como reflejo de una locura latente.
Destaca el uso de símbolos y presagios, como el velo negro con el que el viento cubre el rostro de Philippe, la conversación en el camposanto, el retrato de la dama antigua (modelo de sumisión), la lucha a muerte de la araña y la mosca, el travelling de presentación de la pareja tras un árbol cuya rama más horizontal termina en una flor roja sangre.
La música, dirigida por Pierre Jansen, aporta una partitura breve de fragmentos para piano de Beethoven, Brahms y Schubert. La fotografía, de Jean Rabier (“El carnicero”, 1970), ofrece tomas largas, planos picados y contrapicados, encuadres dentro del encuadre, reflejos en espejos, “zooms” de aproximación y un trabajo diligente e incansable de cámara. Muestra la admiración de Chabrol por París, su ciudad natal, y por la campiña francesa.
Destaca el uso de símbolos y presagios, como el velo negro con el que el viento cubre el rostro de Philippe, la conversación en el camposanto, el retrato de la dama antigua (modelo de sumisión), la lucha a muerte de la araña y la mosca, el travelling de presentación de la pareja tras un árbol cuya rama más horizontal termina en una flor roja sangre.
La música, dirigida por Pierre Jansen, aporta una partitura breve de fragmentos para piano de Beethoven, Brahms y Schubert. La fotografía, de Jean Rabier (“El carnicero”, 1970), ofrece tomas largas, planos picados y contrapicados, encuadres dentro del encuadre, reflejos en espejos, “zooms” de aproximación y un trabajo diligente e incansable de cámara. Muestra la admiración de Chabrol por París, su ciudad natal, y por la campiña francesa.