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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama Carol (Julianne Moore), un ama de casa que lleva una vida idílica, empieza a mostrar los síntomas de una misteriosa enfermedad que padeció un conocido suyo y que le causó la muerte. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2006
35 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film independiente, escrito y dirigido por Todd Haynes ("Lejos del cielo"), rodado en los Ángeles con un presupuesto modesto. La productora fue Christine Vachon, especializada en películas de realizadores emergentes y de autores controvertidos.

La acción tiene lugar en el Valle de San Fernando, próximo a Los Ángeles, y en Wrenwood, en términos de presente (1982/84). Narra la historia de Carol White (Julianne Moore), felizmente casada con Georg (Xander Berkeley), de posición desahogada, tiene todo lo que puede desear: una casa nueva, bonita, amplia y confortable, rodeada de jardín, en una urbanización residencial, y un puñado de amistades. Su retraimiento innato y su timidez no impiden que sus relaciones sean fluídas y gratificantes. Algunos pequeños incidentes (un chiste desafortunado, el humo excesivo de un camión de carga, la compra de una pareja de sofás) despiertan en ella una extraña enfermedad que la lleva al médico de cabecera, a un especialista en alergias y a un psiquiatra, sin resultados. La película se convierte gradualmente en un drama psicológico en torno a una enfermedad relacionada con la falta de defensas de algunas personas frente a la contaminación del medio natural. La enfermedad de Carol se manifiesta en inapetencia sexual, ataques de tos, migrañas, sensación de fatiga. El fracaso de la medicina convencional, la impulsa a ponerse en contacto con un extraño personaje, Peter Dunning (Peter Friedman), portador del VIH, demagogo y charlatán, que practica la medicina alternatica y regenta, a tal fin, un poblado de chalés en Wrenwood, donde acoge a los enfermos afectados por la enfermedad del medio ambiente, la de Carol. Les trasmite confianza, serenidad y esperanzas, pero los enfermos no mejoran. Alejada del marido, que la visita con cierta regularidad, Carol se va deteriorando física y mentalmente. La obra constituye una parábola sobre los riesgos y los males irreversibles que la progresiva contaminación del planeta puede provocar en la salud humana. Algunos han querido ver en la obra una evocación disimulada del SIDA, una de las grandes preocupaciones de Haynes.

La música, de Ed Tommy, especialista en composiciones para películas de vampiros ("Dracula Rising"), aporta una banda inquietante y turbadora, que subraya los tonos trágicos del film. La fotografía elabora una narración precisa y hábil de la atmósfera de confusión, incertidumbre y misterio que envuelve a la protagonista y al mundo que la rodea. El guión es fluído y funcional: los sentimientos de amenazas y angustia corren a cargo de la banda sonora y de la narración visual. La interpretación de la protagonista, que gusta de participar en producciones independientes, es excelente. La dirección de Haynes, admirador de Sirk, crea un obra que reclama la atención y mueve a la reflexión.

Película bien elaborada, interpretada con maestría, basada en la fuerza de las imágenes y del sonido, plantea un tema inquietante e incómodo, de gran interés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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