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Voto de Miquel:
7
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2.727
Drama. Comedia
Durante la ocupación nazi de Checoslovaquia, el joven Milos trabaja en la estación de trenes local junto al mujeriego Hubicka, el bobo jefe de estación Zednicek y la bella revisora Masa. El director de los ferrocarriles del pueblo les encarga la misión de proteger ciertos trenes estratégicos, indispensables para los planes de dominación del Führer en Europa central. Pero Milos tiene otro problema más íntimo y acuciante, que le lleva a ... [+]
16 de marzo de 2009
50 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ópera prima del realizador checo Jirí Menzel (Praga, 1938). El guión, de Bohumil Hrabal y Jirí Menzel, adapta la novela “Ostre sledované vlaky”/”Closely Observed Trains” (1965), de Bohumil Hrabal. Se rueda en escenarios naturales de la República Checa (Lodenice y estación ferroviaria de Lodenice). Obtiene (1967) el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Producida por Zdenek Oves y Carlo Ponti (productor ejecutivo no acreditado) para Filmové Studio Barrandow, se estrena el 18-XI-1966 (Praga).
La acción dramática tiene lugar en la localidad checa imaginaria de Kostomolaty en febrero de 1945, pocos meses antes de la finalización de la IIGM en Europa. Milos Hrma (Neckár) es un muchacho que alcanza la edad laboral y pasa a trabajar como aprendiz de controlador ferroviario en la estación de trenes de su localidad. Desciende una familia afamada por su afición a la indolencia y escasez de luces. El tatarabuelo del chico, tambor del ejército, quedó tonto a causa de una pedrada en la cabeza que le lanzaron unos chiquillos durante una batalla, el bisabuelo presumía de estar jubilado ante los trabajadores de una factoría que le mataron por envidia, su abuelo murió arrollado mientras quería detener la invasión de tanques rusos mediante hipnosis y su padre fue declarado no útil para el trabajo a raíz de haber lanzado de un tren en marcha al calderero de la locomotora de la que él era el conductor. Milos es ingenuo, holgazán, de complexión asténica y de pocas luces. Tiene la mirada franca y es tímido y sensible. Su modelo a imitar es Ladislav Hubricka (Somr), compañero de trabajo, cínico y lujurioso, que corteja a todas las chicas que se cruzan en su camino.
El film suma comedia, drama y guerra (IIGM). Contiene elementos de comedia, tragedia, farsa y sátira. Mezcla humor y erotismo, indolencia y patriotismo, distracción y deseo, realismo y absurdo. La combinación de estos elementos da como resultado una obra entretenida, graciosa y llena de encanto. La reiterada presencia de árboles intensamente floridos y la descripción del estado de la guerra en Europa sitúan la acción en febrero de 1945.
La narración se presenta construida de modo sencillo y directo, casi documentalista. Describe con complacencia la vida diaria en el interior de la estación ferroviaria. Añade hábiles toques sobre aspectos de la vida doméstica de los mismos, lo que le permite aportar detalles que confieren al relato un toque intimista, cálido, próximo y humano. A Max (Valenta), el jefe de la estación, se le sorprende mientras su mujer le hace las pruebas de corte de un nuevo uniforme y mientras da de comer a los palomos y limpia el palomar. Resulta entrañable ser rtestigos del primer beso de Milos y Masa (Bendoná), interrumpido por el silbido malicioso de Ladislav, el acceso de Milos a un burdel para darse un baño caliente, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en la localidad checa imaginaria de Kostomolaty en febrero de 1945, pocos meses antes de la finalización de la IIGM en Europa. Milos Hrma (Neckár) es un muchacho que alcanza la edad laboral y pasa a trabajar como aprendiz de controlador ferroviario en la estación de trenes de su localidad. Desciende una familia afamada por su afición a la indolencia y escasez de luces. El tatarabuelo del chico, tambor del ejército, quedó tonto a causa de una pedrada en la cabeza que le lanzaron unos chiquillos durante una batalla, el bisabuelo presumía de estar jubilado ante los trabajadores de una factoría que le mataron por envidia, su abuelo murió arrollado mientras quería detener la invasión de tanques rusos mediante hipnosis y su padre fue declarado no útil para el trabajo a raíz de haber lanzado de un tren en marcha al calderero de la locomotora de la que él era el conductor. Milos es ingenuo, holgazán, de complexión asténica y de pocas luces. Tiene la mirada franca y es tímido y sensible. Su modelo a imitar es Ladislav Hubricka (Somr), compañero de trabajo, cínico y lujurioso, que corteja a todas las chicas que se cruzan en su camino.
El film suma comedia, drama y guerra (IIGM). Contiene elementos de comedia, tragedia, farsa y sátira. Mezcla humor y erotismo, indolencia y patriotismo, distracción y deseo, realismo y absurdo. La combinación de estos elementos da como resultado una obra entretenida, graciosa y llena de encanto. La reiterada presencia de árboles intensamente floridos y la descripción del estado de la guerra en Europa sitúan la acción en febrero de 1945.
La narración se presenta construida de modo sencillo y directo, casi documentalista. Describe con complacencia la vida diaria en el interior de la estación ferroviaria. Añade hábiles toques sobre aspectos de la vida doméstica de los mismos, lo que le permite aportar detalles que confieren al relato un toque intimista, cálido, próximo y humano. A Max (Valenta), el jefe de la estación, se le sorprende mientras su mujer le hace las pruebas de corte de un nuevo uniforme y mientras da de comer a los palomos y limpia el palomar. Resulta entrañable ser rtestigos del primer beso de Milos y Masa (Bendoná), interrumpido por el silbido malicioso de Ladislav, el acceso de Milos a un burdel para darse un baño caliente, etc.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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Combina humor absurdo, surrealista, chocante y ocurrente con algunos trazos de humor negro grueso, como las referencias a las ovejas famélicas, la vaca muerta durante el parto, los trenes que transportan cadáveres humanos, el intento de suicidio, etc. Humor y erotismo ofrecen combinaciones festivas, como el juego nocturno de las prendas, las marcas de sellos de goma en los muslos y nalgas de Zdenka (Zelenohorská), la denuncia del hecho por su madre ante todo tipo de autoridades con aportación de las pruebas, etc. Otras obras del realizador son “Yo serví al rey de Inglaterra” (2006), “Ruiseñores en el alambre” (1990), etc.
El film explora la maduración sexual de un muchacho, sus inseguridades y temores, sus intentos de afirmación, sus primeras relaciones físicas con chicas. Contradice las tesis oficiales sobre el heroísmo de los ciudadanos durante la ocupación nazi del país, muestra la dimensión humana de los soldados alemanes, la situación precaria de los nazis en 1945 a causa de su pérdida del control del espació aéreo, lo que da lugar a alarmas aéreas y bombardeos aliados, como el del comienzo. No se habla de héroes ni de villanos. El abogado checo colaboracionista, Zednicek (Brodsky), es más un bobo presuntuoso que un malvado. Los soldados alemanes que concentran la mirada en las jóvenes enfermeras del vagón de la Cruz Roja son jóvenes normales, deseosos de volver a casa. Las interpretaciones son correctas, en especial la de Milos. El papel de médico corre a cargo del propio realizador.
La música, de Jiré Sust (“Ruiseñores en el alambre”, 1990), ofrece cortes marciales, pomposos (acompañamiento de Zednicek), divertidos, románticos y dramáticos, todos ellos de carácter instrumental. La fotografía, de Jaromir Sofr (“Yo serví al rey de Inglaterra”), en B/N, crea una descripción visual brillante, que enriquece con detalles curiosos (cuadro de Santa Bárbara, fonógrafo, equipo telegráfico, relojes de pared, coches de época, coche ferroviario, trenes con una gran uve frontal de victoria, etc.).
Con frecuencia se oyen las campanadas del reloj de la estación. Separadas del soundtrack, parecen anunciar la próxima llegada de un nuevo año, un nuevo siglo, una nueva época.
El film explora la maduración sexual de un muchacho, sus inseguridades y temores, sus intentos de afirmación, sus primeras relaciones físicas con chicas. Contradice las tesis oficiales sobre el heroísmo de los ciudadanos durante la ocupación nazi del país, muestra la dimensión humana de los soldados alemanes, la situación precaria de los nazis en 1945 a causa de su pérdida del control del espació aéreo, lo que da lugar a alarmas aéreas y bombardeos aliados, como el del comienzo. No se habla de héroes ni de villanos. El abogado checo colaboracionista, Zednicek (Brodsky), es más un bobo presuntuoso que un malvado. Los soldados alemanes que concentran la mirada en las jóvenes enfermeras del vagón de la Cruz Roja son jóvenes normales, deseosos de volver a casa. Las interpretaciones son correctas, en especial la de Milos. El papel de médico corre a cargo del propio realizador.
La música, de Jiré Sust (“Ruiseñores en el alambre”, 1990), ofrece cortes marciales, pomposos (acompañamiento de Zednicek), divertidos, románticos y dramáticos, todos ellos de carácter instrumental. La fotografía, de Jaromir Sofr (“Yo serví al rey de Inglaterra”), en B/N, crea una descripción visual brillante, que enriquece con detalles curiosos (cuadro de Santa Bárbara, fonógrafo, equipo telegráfico, relojes de pared, coches de época, coche ferroviario, trenes con una gran uve frontal de victoria, etc.).
Con frecuencia se oyen las campanadas del reloj de la estación. Separadas del soundtrack, parecen anunciar la próxima llegada de un nuevo año, un nuevo siglo, una nueva época.