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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama Unos pocos días en la vida de un famoso escritor, que llena el vacío de su existencia saltando de una relación a otra, y su hermana, recién divorciada y con una traumática relación con su hija. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2010
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penúltimo largometraje del actor, guionista y realizador independiente John Cassavetes (N.Y. 1929- L.A. 1989), es un film singular y atípico, posiblemente el más anticonvencional del autor. El guión, de Ted Allan y John Cassavetes, se basa libremente en la obra de teatro “Love Streams” (1980), de Ted Allan. Gana el Oso de oro y el Fipresci de Berlín (1984). Producido por Menahem Golan y Yoran Globus para Cannon Films, se estrena el 24-VIII-1984 (EEUU). La acción principal tiene lugar en 1983 en la propia casa del protagonista, Robert Harmon (Cassavetes), en California, próxima a L. A. y en sus alrededores, con dos desplazamientos, uno a Chicago (Illinois) y otro a Las Vegas (NV).

Como es habitual en los trabajos del realizador, el film se basa principalmente en la descripción de la vida de los protagonistas, Robert y Sarah (Rowland). Él es un novelista rico y acreditado, que está trabajando en la concepción de una nueva novela, centrada como sus obras anteriores en la figura de la mujer, la vida nocturna y la prostitución. Sarah padece desequilibrios emocionales y psiquiátricos, con episodios bipolares. Ambos se sienten solos y desamparados. Ambos son de media edad y viven situaciones paralelas y similares, pero a la vez muy diferentes.

El film compone dos extractos de unos pocos días de la vida de dos personajes. La narración en paralelo permite contrastar las dos experiencias, definir sus diferencias y profundizar en el mundo interior de dos personas afectadas por problemas que generan reacciones diferentes de lucha y resistencia. De la mano de las dos experiencias, Cassavetes desgrana sus ideas sobre el amor humano y las define con precisión y riqueza de detalles. Lo hace, además, con convicción, claridad y una cautivadora sinceridad. No expone sus ideario de modo directo y sistemático: lo hace, sobre todo, indirectamente, a través de detalles, gestos, matices y pequeñas incidencias concretas que reclaman la atención del espectador.

La narración se apoya en planos largos, movimientos de cámara parcos y un cierto estatismo del objetivo, que más que ir en busca de la acción, espera con parsimonia que ésta se sitúe y se desarrolle ante él. No hace uso del recurso de la cámara al hombro, habitual en el realizador. Inserta escenas de sueños o alucinaciones, que trasmiten al relato un cierto aire surrealista que llena la atmósfera de interrogantes, inquietudes y una cierta inseguridad. La película es magnífica, fresca y sincera, cautivadora e interesante. Culmina en un emocionante final abierto e indefinido.
Miquel
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