Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
10
8,0
8.671
Drama
Primera Guerra Mundial (1914-1918). Una obra sobre la camaradería y las relaciones humanas que retrata el día a día de unos prisioneros franceses en un campo de concentración alemán durante la Gran Guerra. Nada más llegar al campo, dos oficiales de la aviación francesa se enteran de que sus compañeros de barracón están excavando un túnel para escapar de allí. (FILMAFFINITY)
14 de septiembre de 2008
151 de 174 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer gran film de Renoir. El guión, escrito por Renoir y Charles Spaak, desarrolla un argumento original de Renoir, que se inspira en su experiencia personal de piloto de aviación y la de sus compañeros durante la IGM. Se rueda en exteriores de Colmar (Alto Rhin) y del castillo de Koeningburg (Bajo Rhin) y en los platós de Studios Eclair y Studios de Boulogne-Billancourt, entre febrero y marzo de 1937. Es el primer film en lengua no inglesa nominado al Oscar a la mejor película. Gana el Premio Especial de Venecia y el premio del NYCCA (film extranjero). Producido por Frank Rollmen y Albert Penkovith para Realisation d'Art Cinématographique (RAC), se proyecta en preestreno el 7-VI-1937 (Francia).
La acción dramática tiene lugar en Francia (cantina de una base aérea) y en Alemania (acuartelamiento militar de un aeropuerto, campo de prisioneros de Hallback, castillo-prisión de Winsterborn y granja de montaña próxima a la frontera suiza). El relato se desarrolla a lo largo de algo más de 18 meses. Un avión francés de reconocimiento, pilotado por De Boeldieu (Fresnay) y Maréchal (Gabin), es abatido (19-III-1914) sobre suelo alemán por el avión de combate del capitán von Rauffenstein (Stroheim) unos meses antes del inicio de la IGM. Después de pasar por la enfermería, son trasladados al campo de Hallback, donde comparten cautiverio con un maestro (Dasté), un actor de teatro (Carette), el hijo de un banquero judío (Dalio) y otros. Después de varios cambios, coinciden en la prisión del castillo de Winsterborn el aristócrata De Boeldieu, el mecánico Maréchal y el hijo del banquero Rosenthal. Rige la prisión el capitán von Rauffenstein, ahora mutilado de guerra.
El film suma drama, guerra, vida carcelaria y romance. Es una obra de una gran sencillez aparente, una ironía sutil y exquisita, personajes memorables, grandes actuaciones y escenas conmovedoras. Es una de las grandes películas de Renoir y una de las más admiradas. Sus ideas centrales se basan en la creencia en la igualdad de las personas y la posibilidad de la fraternidad entre ellas, al margen de las diferencias de clase y de educación, y de situaciones sobrevenidas de guerra. Para el guionista las fronteras de los Estados son artificiosas y absurdas, los nacionalismos defendidos por el nazismo y el fascismo son una necedad, la fraternidad entre los pueblos es una urgencia derivada de la propia naturaleza de las cosas y la paz es posible. Defiende los valores del humanismo (libertad, solidaridad, amistad...) y opta por un pacifismo activo. Defiende sus propuestas básicas desde una posición no partidista suficientemente amplia para que todos puedan considerarlas razonables, aceptables y deseables. En otro orden de cosas, el film muestra el ocaso progresivo de la aristocracia como clase dominante en Europa y su progresiva substitución por la burguesía y las clases populares.
La acción dramática tiene lugar en Francia (cantina de una base aérea) y en Alemania (acuartelamiento militar de un aeropuerto, campo de prisioneros de Hallback, castillo-prisión de Winsterborn y granja de montaña próxima a la frontera suiza). El relato se desarrolla a lo largo de algo más de 18 meses. Un avión francés de reconocimiento, pilotado por De Boeldieu (Fresnay) y Maréchal (Gabin), es abatido (19-III-1914) sobre suelo alemán por el avión de combate del capitán von Rauffenstein (Stroheim) unos meses antes del inicio de la IGM. Después de pasar por la enfermería, son trasladados al campo de Hallback, donde comparten cautiverio con un maestro (Dasté), un actor de teatro (Carette), el hijo de un banquero judío (Dalio) y otros. Después de varios cambios, coinciden en la prisión del castillo de Winsterborn el aristócrata De Boeldieu, el mecánico Maréchal y el hijo del banquero Rosenthal. Rige la prisión el capitán von Rauffenstein, ahora mutilado de guerra.
El film suma drama, guerra, vida carcelaria y romance. Es una obra de una gran sencillez aparente, una ironía sutil y exquisita, personajes memorables, grandes actuaciones y escenas conmovedoras. Es una de las grandes películas de Renoir y una de las más admiradas. Sus ideas centrales se basan en la creencia en la igualdad de las personas y la posibilidad de la fraternidad entre ellas, al margen de las diferencias de clase y de educación, y de situaciones sobrevenidas de guerra. Para el guionista las fronteras de los Estados son artificiosas y absurdas, los nacionalismos defendidos por el nazismo y el fascismo son una necedad, la fraternidad entre los pueblos es una urgencia derivada de la propia naturaleza de las cosas y la paz es posible. Defiende los valores del humanismo (libertad, solidaridad, amistad...) y opta por un pacifismo activo. Defiende sus propuestas básicas desde una posición no partidista suficientemente amplia para que todos puedan considerarlas razonables, aceptables y deseables. En otro orden de cosas, el film muestra el ocaso progresivo de la aristocracia como clase dominante en Europa y su progresiva substitución por la burguesía y las clases populares.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En coherencia con sus propuestas, denuncia y condena el antisemitismo, el racismo y la xenofobia. Se refiere con simpatía al pueblo judío, al que describe libre de los ofensivos estereotipos que habitualmente se le atribuyen. Rosenthal comparte con sus compañeros de cautiverio las remesas de alimentos que le envían los familiares. Exalta la camaradería, el compañerismo y la amistad. Defiende el amor, el verdadero y profundo, el que nace en lo más profundo del alma y es capaz de unir el destino de dos personas más allá de bandos, partidas, banderías, creencias, nacionalidades y etnias.
No hay personajes malvados. No los hay ni entre los reclusos ni entre los carceleros. Todos, cada uno a su manera, de modo diferente y en medida dispar, son víctimas de la guerra. Los personajes más trágicos son los dos aristócratas: el comandante alemán y el capitán francés. Influyó en films posteriores, como en el túnel de "La gran evasión" (Sturges, 1962), el canto de "La Marsellesa" de "Casablanca" (Curtiz, 1942) y otros. Son escenas memorables la despedida de los dos amigos cuando uno yace en el lecho de muerte, el tumulto que provoca un francés para que otros dos puedan huir, el número escénico de los disfraces, el primer plano del belén de Navidad, la despedida en la cabaña, etc.
La música, de Joseph Kosma ("Una partida de campo", 1936), aporta una partitura vibrante, que combina aires de fanfarria militar, pasajes lúdicos, pinceladas trágicas (redoble de tambores) y temas idílicos. Añade composiciones de época, como los valses paralelos de la cantina francesa ("Frou-frou") y alemana ("Vida de artista", Johan Strauss), una canción inglesa ("It's a Long, Long Way to Tipperary") y un tema de amor ("Si tu veux Marguerite"). La fotografía, de Christian Matras ("La ronda", Ophüls, 1950), en B/N, ofrece tomas largas que se inician o terminan en un primer plano, un diligente trabajo de cámara, una admirable profundidad de campo y encuadres a través de ventanas y puertas que ponen en comunicación el interior con el exterior. No faltan escenas multitudinarias, tan gratas a Renoir (soldados en la sala de la representación teatral). La estética se ajusta a las pautas del realismo, en este caso profundamente sincero y elevado con toques líricos. Excelentes interpretaciones de Gabin, Fresnay y, sobre todo, de Stroheim.
No hay personajes malvados. No los hay ni entre los reclusos ni entre los carceleros. Todos, cada uno a su manera, de modo diferente y en medida dispar, son víctimas de la guerra. Los personajes más trágicos son los dos aristócratas: el comandante alemán y el capitán francés. Influyó en films posteriores, como en el túnel de "La gran evasión" (Sturges, 1962), el canto de "La Marsellesa" de "Casablanca" (Curtiz, 1942) y otros. Son escenas memorables la despedida de los dos amigos cuando uno yace en el lecho de muerte, el tumulto que provoca un francés para que otros dos puedan huir, el número escénico de los disfraces, el primer plano del belén de Navidad, la despedida en la cabaña, etc.
La música, de Joseph Kosma ("Una partida de campo", 1936), aporta una partitura vibrante, que combina aires de fanfarria militar, pasajes lúdicos, pinceladas trágicas (redoble de tambores) y temas idílicos. Añade composiciones de época, como los valses paralelos de la cantina francesa ("Frou-frou") y alemana ("Vida de artista", Johan Strauss), una canción inglesa ("It's a Long, Long Way to Tipperary") y un tema de amor ("Si tu veux Marguerite"). La fotografía, de Christian Matras ("La ronda", Ophüls, 1950), en B/N, ofrece tomas largas que se inician o terminan en un primer plano, un diligente trabajo de cámara, una admirable profundidad de campo y encuadres a través de ventanas y puertas que ponen en comunicación el interior con el exterior. No faltan escenas multitudinarias, tan gratas a Renoir (soldados en la sala de la representación teatral). La estética se ajusta a las pautas del realismo, en este caso profundamente sincero y elevado con toques líricos. Excelentes interpretaciones de Gabin, Fresnay y, sobre todo, de Stroheim.