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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
5
Drama Quentin, un boxeador aficionado que se gana la vida como gigoló, inicia una relación pasional con Dominique, una mujer madura que trabaja en el mundo de la moda, pero enseguida se pondrán de manifiesto las diferencias que los separan. Sin embargo, la dependencia emocional de Dominique respecto al inestable Quentin la lleva a instalarlo en su casa y a mantenerlo económicamente. (FILMAFFINITY)
7 de agosto de 2005
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se basa en la novela homónima del japonés Yukio Mishima, un hombre controvertido y malogrado, que en 1970 se suicidó ante el Jefe del Estado Mayor del Ejército en protesta por la reducción de las inversiones en armamento.

La narración traslada la acción del Japón de Postguerra al París actual. Explica la relación entre una mujer de poco más de 40 años, instruída, madura, equilibrada, bien situada profesionalmente y socialmente, y un joven de 25 años, de origen marroquí, que trabaja como camarero en un bar de ambiente y complementa sus ingresos prostituyéndose con clientes de ambos sexos. El interés de Dominique por Quentin se apoya en la atracción física, en el deseo carnal, en el apetito sexual, sin dejar espacio al afecto y al cariño. El interés de Quentin en la nueva relación (acaba de salir de un romance con un abogado entrado en años) se basa en la curiosidad que despierta en él una mujer atractiva, solvente y económicamente generosa. Sin embargo, entre ellos hay más silencios que explicaciones y más disimulos que sinceridad.

De acuerdo con la novela, la mujer asume en la película un papel más activo que el del hombre. Dominique es quien lleva la iniciativa, ofrece protección, domina y manipula, mientras el muchacho asume un papel más bien pasivo: ser un objeto de uso, un instrumento de placer. Cuando ella se convence de que la relación es inviable, decide romperla. Más adelante volverán a encontrarse, pero será tarde para muchas cosas.

La dirección concentra la atención del film en el personaje interpretado por Isabelle Huppert, que aparece radiante, serena, segura, dotada de una belleza poco común: es pelirroja, de piel blanca y pecosa y de ojos verdes, de un verde tierno, joven y admirable. En su interior hay un capital enorme de independencia, de autosuficiencia, de conciencia de la igualdad de géneros y de cultura puesta al día. Es por ello por lo que en su interior se desarrolla un drama que enfrenta deseos e ideales, voluntad y apetitos, fuerza moral y debilidad emocional, necesidad de amor e imposibilidad de romance.

La interpretación de la protagonista, convincente, verosímil y desenvuelta, es lo más sobresaliente de la película.
Miquel
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