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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama Don Quintín es un modesto viajante de comercio que pasa por continuos apuros económicos. Un día descubre a su esposa con otro hombre en la cama y la echa de casa. Dudando de la paternidad de su pequeña hija la abandona. Pero al cabo de los años decide buscarla. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Largometraje realizado por Luis Buñuel en su etapa mejicana. Es la tercera adaptación al cine del sainete "Don Quintín el amargao" (1924), de Carlos Arniches y Antonio Estremera. Se rueda en los Estudios Tepeyac (Méjico) con un presupuesto modesto. Producido por Óscar Dancingers, se estrena el 29-VIII-1951 (Méjico).

La acción tiene lugar en Méjico D.F. y se divide en un prólogo, situado 20 años antes, y en un nudo y desenlace de 1950/51. La película desarrolla un drama folletinesco, de personajes exagerados, situaciones desmesuradas y disputas desgarradoras, del agrado del público aficionado a emociones fuertes. El relato contiene situaciones que, vistas con ojos actuales, resultan poco verosímiles, pero que eran más creíbles en los primeros años 50. La película, considerada como una obra menor del realizador, contiene elementos interesantes, transgresiones sugerentes y una producción técnica con una correcta puesta en escena, un adecuado movimiento de actores, un buen trabajo de cámara, encuadres precisos y un acompañamiento musical bien distribuido.

Es interesante la adaptación del relato al costumbrismo mejicano y la reelaboración de los diálogos con giros y expresiones del ahora llamado castellano internacional (habla mejicana con palabras de otros países hispanoamericanos, como el "quiuvo" colombiano). Mediante un prolongado fundido en negro indica, sin palabras, el paso de 20 años. Formula un alegato contra la familia tradicional, de la que muestra las debilidades, limitaciones, contradicciones y dificultades de viablilidad, pese a (o a causa de) los sólidos principios morales que exhibe don Quintín en el prólogo. Las paredes de la casa de Lencho García muestran numerosas estampas religiosas, que no impiden el maltrato físico de la mujer y las hijas. Arremete contra los principios de la moral burguesa, intransigentes e incapaces de comprender y perdonar al arrepentido. El tono dramático del relato es objeto de reiteradas transgresiones a manos de un humor negro, grotesco y, ocasionalmente, aceradamente crítico, en especial con los arrebatos de ira y autoritarismo del protagonista. Transgrede, también, los parámetros del cine, cuando hacia el final rueda una escena ostensiblemente teatral, situada en un espacio reducido, al que los actores acceden desde los lados. Un Buñuel lúcido y autocrítico quiere recordar al espectador que lo que ha presenciado es sólo un sainete intrascendente. El film es de una gran sencillez narrativa y argumental y su visión resulta entretenida.

La música, dirigida por Manuel Esperón y Luis Buñuel (no acreditado), aporta una partitura descriptiva de situaciones y potenciadora de emociones. Añade 2 canciones: "Amorcito corazón" y "Jugando, mamá, jugando". La fotografía, en B/N, crea composiciones de buen dibujo y acertados contrastes en un marco de sobriedad y austeridad presupuestaria. Muestra en la sala de juego una imagen española: "La maja desnuda", de Goya.
Miquel
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