Si algo dominan los asiáticos es la mezcla de géneros a la hora de hacer películas. Lo habitual en el cine romántico es ver una comedia o un drama, o incluso una mezcla de ambas cosas. Pero, ¿terror? Pues sí, es posible. A ver, que nadie se lleve a engaños, no es de miedo, pero tiene su punto sobrenatural y un aire tenebroso bien conseguido.

Yeo-ri (Son Ye-jin) es una joven solitaria y triste que, tras presenciar la muerte de su mejor amiga de la secundaria, ve fantasmas a los que ayuda a pasar al otro lado. Sin embargo, el fantasma de su amiga le hace la vida imposible y asusta a cualquiera que se le acerca demasiado. Es por eso que no tiene amigos (salvo por teléfono), su familia vive lejos y de novios mejor ni hablar...

Pero un día aparece en su vida Jo-goo (Lee Min-ki), un ilusionista que la contrata para su próximo espectáculo de magia. Pese a que tiene novia, se siente atraído por ella y ambos comienzan a acercarse el uno al otro, con el peligro que ello conlleva.

Son Ye-jin (A moment to remember) es sencillamente espectacular. Su presencia es suficiente para disfrutar de la película. Guapísima. Estupenda. Preciosa. ¿Sigo?

Otra cosa bien diferente es Lee Min-ki (Tidal wave): horrible. Ahora es cuando alguna fan radical se me tira al cuello y me araña... No me ha gustado nada este actor. Ojo, lo que voy a comentar ahora se refiere exclusivamente a esta película. Es un poco andrógino, su química con su pareja es nula y viste horripilantemente. Siendo alto y extremadamente delgado, cuando apareció con unos pantalones ajustados por dentro de unas botas altas por debajo de las rodillas, casi me da un chungo. Terrible. Es lo que más miedo da de este título. Teniendo al lado a Son Ye-jin, podrían haber buscado algo mejor, la verdad.

Por lo demás, buenos efectos visuales, buena banda sonora y un guion con dinamismo y cierta originalidad con el tema de los fantasmas, que sigue la secuencia habitual del género: chico y chica se conocen pero sus comienzos son complicados, cuando todo comienza a ir bien entre ellos, algo lo estropea, pero todo apunta a un "happy end".

Una buena idea y una gran actriz para un proyecto que cojea ligeramente, pero que es bastante entretenida e incluso divertida.