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Irlanda Irlanda · Gijon
Voto de pipona:
9
Drama La historia transcurre en 1938, en la India colonial, en pleno movimiento de emancipación liderado por Mahatma Gandhi. Se celebra una boda que bien podría ser un entierro: casan a Chuyia (Sarala), una niña de 8 años, con un moribundo que fallece esa misma noche. Se quema su cuerpo en la orilla de un río sagrado y Chuyia se prepara para el destino que han escogido para ella. Se le afeita la cabeza e ingresa en un ashram para viudas donde ... [+]
19 de agosto de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecé está trilogía por el final, por la última parte de este legado de Deepa Mehta compuesto por "Fuego", "Tierra" y "Agua".
Y la experiencia no ha podido ser más satisfactoria. Tradición, religión e ignorancia son los 3 pilares en los que se apoya este dramático mensaje de denuncia que golpea de forma contundente al espectador.
Una película que nos habla de las tremendas desigualdades y de los amargos rituales que subyacen en la cultura hindú. Es de esas cintas que conviene ver para darse cuenta lo podrido y malsano que está el mundo. Para enterarnos de que existen lugares en los que la humanidad parece retroceder, en lugar de avanzar.
La historia está ambientada en la India colonizada por los ingleses, y que respiraba ya momentos de cambio con la salida a la luz de aquel peculiar personaje que hablaba de verdad y libertad. Un Gandhi que intentaba cambiar la arraigada mentalidad de un pueblo hundido por la guerra la pobreza.
La historia de Chuyia, una niña que es obligada a casarse con un moribundo, y que al fallecer este, ve como su vida se convierte en una pesadilla. La pesadilla a la que están condenadas la viudas en un país cuyas raíces religiosas las obligan a pasar el resto de sus vidas recluidas, velando a su esposo.
Uno cree estar viendo en muchas ocasiones una película de ciencia ficción. Las imágenes que se suceden, en muchas ocasiones parecen irreales, tercermundistas. La sensación de impotencia y amargura crece con cada giro que da el fantástico guión. Un guión sencillo pero que abruma por su frialdad y contundencia, y que siempre a través de los ojos de la niña protagonista nos sumerge en la absurda realidad de una civilización entera.
Preciosa música y fotografía y muy destacables las interpretaciones. Todas están a muy alto nivel, sobre todo una fantástica Lisa Ray, que es capaz de echarse todo el peso de la película a sus espaldas, y que pone la guinda a una inolvidable interpretación en la magnífica escena final.

Una película maravillosa.
pipona
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